Ir21 / Foto: albergoetico.asti.it
El hotel Albergo Etico en el Corso Galilego Ferraris, en la provincia de Asti. Italia, pasó de un sitio de escaso renombre a ser viral en las redes sociales, al adoptar una modalidad de inclusión revolucionaria que desafía las leyes del turismo tradicional.
El Albergo Etico combina el turismo y la inserción social de un modo que no tiene casi antecedentes: todos los que trabajan en el hotel, tienen síndrome de Down, una iniciativa que además de ser un desafío para las convenciones sobre atención al viajero, se ocupa de enfatizar la experiencia como una innovación capaz de combinar lo social con lo empresarial.
El hotel –que tiene categoría tres estrellas- espera ser “cuatro estrellas” el año que viene, más allá de todos los inconvenientes y prejuicios que tenga que sortear.
La inserción laboral más allá de las buenas intenciones
La iniciativa, de la Associazione Albergo Etico, es la culminación de un largo período de otro tipo de inserciones laborales donde la idea de convertir un albergue convencional en hotel de primera línea data de casi una década atrás.
Así las cosas han logrado ahora abrir las puertas del hotel, en el corrazón de la ciudad, junto al Parque Della Resistenzza, un espacio arbolado y lleno de flores, que abre el camino al hospedaje.
Según describe el diario La Repubblica de Italia, el centro tiene 26 habitaciones y un total de 60 camas, además del restaurante que funciona en una bodega histórica con capacidad para medio centenar de comensales, un muy bien cuidado jardín, y ventajas de la tecnología actual como aire acondicionado, wi-fi, y área de coworking a disposición no solo de los clientes sino también de la ciudad.
“La intención es formar a nuevos profesionales en el sector turístico de toda Italia, ayudándoles en la adquisición de la autonomía personal, paso indispensable para las personas con discapacidad de cara al mundo del trabajo“, agrega La Repubblica.
