Al banquillo de los acusados han sido llamados los titulares de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), la experredista Rosario Robles Berlanga y el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Gonzalo Hernández Licona, para que den cuenta sobre los resultados que apuntan a que la población en condiciones de pobreza aumentó 2 millones, en lo que va de la administración de Peña Nieto.
La Segunda Comisión de la Permanente, presidida por el perredista Armando Ríos Piter aprobó, por unanimidad, el citatorio para los funcionarios. Se prevé que el dictamen sea puesto a consideración del Pleno en la sesión ordinaria de hoy. De contabilizarse una votación mayoritaria a favor, será el próximo martes 25 de agosto, cuando se presenten los servidores públicos ante los diputados y senadores.
Según el acuerdo, el primero en dialogar con los legisladores será el titular del Coneval. Se tiene contemplado que la reunión inicie a las 10 de la mañana y que se ciña a un formato similar al que los legisladores utilizaron en su encuentro con Emilio Chuayffet, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), con quien se discutió la implementación de la reforma educativa; es decir, un primer espacio para que los servidores públicos realicen una exposición, seguido de dos rondas de preguntas y respuestas de cada uno de los grupos parlamentarios representados.
Dos horas después –alrededor de mediodía- los cuestionamientos serán en torno al informe que Robles Berlanga deberá dar sobre los resultados de la política social en materia de combate a la pobreza en nuestro país.
Durante la reunión de la Segunda Comisión, Ríos Piter apuntó que Hernández Licona informó que la dependencia a su cargo se encuentra elaborando un documento “anexo” al reporte de pobreza, que será presentado el 19 o 20 de agosto.
El informe incómodo
El Coneval presentó, el pasado jueves 23 de julio, un informe sobre la medición de la pobreza en nuestro país que muchos actores políticos no vieron con buenos ojos.
Dicho documento señaló que a finales de 2014, 55.3 millones de mexicanos vivían en pobreza, lo que implica que dicha población vulnerable aumentó 2 millones, en los dos primeros años del retorno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a Los Pinos. El informe arrojó que al menos 200 mil menores se sumaron a esta condición.
El mismo consejo señaló que 95 millones de mexicanos; es decir, 80 % de la población total, se encontraba en pobreza o al borde de la misma por el bajo índice de ingresos que presentaba o por sufrir carencias sociales.
Los indicadores del Coneval sobre carencias sociales muestran que desde 2012 se estancaron para el 10 % de la población más pobre del país: el rezago educativo permanece en 33 %, la falta de acceso a los servicios básicos de vivienda en el 58 %, en tanto que 90 % siguió sin tener acceso a la seguridad social.
Aún con la puesta en marcha de la Cruzada Nacional contra el Hambre, anunciada con bombo y platillo por Peña Nieto y que la Sedesol se encarga de ejecutar, el porcentaje de población sin acceso a la alimentación asciende a 23.4 %.
A finales de 2014, 28 millones de mexicanos se encontraban en dicha condición; es decir, 600 mil más que en 2012.
El Consejo Nacional sostiene que tres cuartas partes de la población indígena en México se encontraba en situación de pobreza a finales del año pasado, pero al parecer, el gobierno de Peña no es muy eficaz cuando de atención a las comunidades originarias se trata, pues el índice de pobreza extrema entre esta población se incrementó en dos años, para alcanzar el 31.8 %, lo que significa una afectación cuatro veces más grande que entre la población no indígena.
