Pedro Cervantes / @thachiskin
En tres años de gobierno de Enrique Peña Nieto en lugar de disminuir las cifras de pobreza en México estas reflejaron un incremento, a pesar de la millonaria inversión que se realizó en los diferentes programas para el combate de esta problemática.
Actualmente el número de pobres en el país aumentó 2 millones, al pasar de 53.3 a 55.3 millones de personas, sin embargo la aplicación de recursos para reducir la pobreza fue de 718 mil 706 millones de pesos, es decir, 65 mil pesos por habitante.
Aunque se hayan desarrollado programas como la Cruzada contra el Hambre, Abasto Social de Leche, o el de Pensiones para los Adultos Mayores a manos de la titular de la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, en el país el 42.5 por ciento de los mexicanos se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria.
El índice de la pobreza en materia de alimentación es del 17.1 por ciento, mientras que la población con rezago educativo es del 12.9 por ciento, en tanto a la gente que no puede adquirir una vivienda digna es del 21.2 por ciento.
En las comunidades indígenas una de cada tres personas no accede a una alimentación digna, y el 60 por ciento no tiene acceso a los servicios básicos en su vivienda, es decir, luz, agua, alcantarillado, entre otros más.
Respecto a la clase trabajadora en 2007 más de 5 millones recibían al menos cinco salarios mínimos, hoy en día solo 3 millones de trabajadores reciben este salario. En cambio los que solo reciben un solo salario se incrementó de 5 millones 450 mil a 6 seis millones 888 mil. Los que reciben entre uno y dos salarios mínimos oscilan entre los 13 millones.
Los números no son mejores para los jóvenes en México, uno de cada tres informa haber sido víctima de algún delito y el 20 por ciento carece de acceso a los servicios de salud.