Para grafiteros “sin educación” y con “rebeldía mal entendida” 6 meses de cárcel dará Congreso

Por: Patricia Monreal

Patricia Monreal / @Michoacan3_0

Penas a grafiteros no menores a los seis meses de prisión serán aprobadas este miércoles por el Pleno de la LXXIII Legislatura local, esto mediante una reforma al Código Penal del Estado que tipifica el daño contra la imagen urbana.

El dictamen a ser aprobado este miércoles alude a los grafiteros como “jóvenes sin educación” y con una “rebeldía mal entendida”, al tiempo que refieren el comportamiento “antisocial” que implica la realización de pintas.

Las pintas para que no se vean feas las paredes es el motivo de preocupación de los diputados, no así las remodelaciones que se hacen en hoteles y comercios dañando el patrimonio cultural y afectando la imagen urbana, tema que se omite en la reforma.

El dictamen fue elaborado por la Comisión de Justicia presidida por el diputado Juan Bernardo Corona Martínez, e integrada por Humberto Quintana Martínez, Ernesto Núñez Aguilar, Xóchitl Gabriela Ruiz González y Nalleli Julieta Pedraza Huerta, ésta última presidenta además de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso.

La determinación parte de una iniciativa presentada por la legisladora priista Eloísa Berber Zermeño –quien posee diferentes negocios entre ellos un hotel- en febrero pasado, bajo el argumento de que las afectaciones o alteraciones “realizadas dolosamente en los muebles e inmuebles, son el daño en las cosas y la imagen pública que constituye un problema grave para los gobiernos municipales y estatal, pues se deben utilizar recursos financieros, humanos y materiales, para mantener, limpiar los espacios del mobiliario público, así como para los dueños de negocios y casas afectadas en fachadas, puertas y ventanas en las localidades de nuestro estado.

“Estas acciones de vandalismo, entendido este, como el espíritu de destrucción que no respeta cosa alguna, sagrada ni profana, propician una pésima imagen urbana para la población y visitantes que concurren a nuestros pueblos y ciudades, violentando el derecho de gozar de un ambiente sano”.

En su dictamen los integrantes de la Comisión de Justicia arremeten contra los grafiteros al señalar que “la rebeldía mal entendida” de algunos jóvenes “sin educación lacera con frecuencia espacios públicos que deberían respetarse, entendiéndose instalaciones deportivas, juegos infantiles, plazas públicas, muros de propiedad privada o transporte público. Es notorio que esta acción no es sólo una cuestión de imagen urbana sino también de afectación económica, ya que se gastan millones de pesos al año para revertir los daños”.

Para los diputados los robos, asesinatos o violaciones no son los asuntos que más agravian a los ciudadanos, pues en su dictamen señalan que el daño por medio de pintas en espacios públicos “es uno de los fenómenos antisociales que más agravian a la gente común”.

También insinúan al grafiti como un antecedente de la delincuencia al referir que “la ofensa no deviene de sus consecuencias catastróficas o destructivas, sino por su repetición y cotidianeidad. Este actuar consiste en la raya de paredes, muros en templos, edificios públicos, comercios, casas, todo lo que toca, deteriora. El deterioro empieza siendo en contra de la estética urbana y sigue con afectaciones económicas en propiedad y vecindarios”.

Es así como el Pleno aprobará adicionar el artículo 232 bis del Código Penal del Estado, para tipificar el daño contra la imagen urbana, determinando que “a quien dolosamente dañe muros, paredes, puertas, ventanas o cualquier elemento fijo que se encuentre en vía pública, por medio de pintas; se le impondrá un tercio de la pena que corresponda al delito de daño en las cosas doloso según el artículo 228 no pudiendo ser menor la pena de prisión de seis meses.

“Además se impondrán de cinco a quince días de trabajo en favor de la comunidad, que consistirá preferentemente en acciones para la reparación del daño causado. Este delito se perseguirá por querella”.

5 julio, 2016

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