Enrique Legorreta/@enriquelego3_0
La pornografía infantil es un grave problema que se vive en México. Nuestro país está considerado como el número uno en la difusión de estos contenidos a través de internet.
En la lucha por erradicar este problema, la Procuraduría General de la República (PGR) ha detectado que hay por lo menos 12 mil 300 cuentas personales de internet en las que se ubican distintas fotografías y vídeos de pornografía infantil, que la policía cibernética intenta detectar para sacar de circulación.
Estas acciones y sucesos hicieron eco a través de las asociaciones civiles, quienes han pedido que se ataque este problema, ya que los menores, conforme van a avanzando las nuevas tecnologías, son más sensibles a exponerse a material pornográfico, violencia, drogas, trata de personas, abuso y corrupción de menores.
En la Cámara de Diputados, a través de la comisión de Derechos de la Niñez, se propusieron cambios a varios artículos de la Ley de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, los cuales contemplan principalmente la obligación de los padres de supervisar los contenidos de la información a la que acceden los menores a través de la red.
Este dictamen adiciona un párrafo al artículo 11 y un Capítulo V Bis titulado “Del derecho a la navegación segura en Internet”, donde se expone en su artículo 21 A que “las niñas, niños y adolescentes deberán contar con información acorde con su desarrollo integral y salud, a través del uso o compra de juegos computarizados, electrónicos o multimedia, especialmente de Internet”, por lo que se debe de contar con la orientación de un padre para la manipulación y supervisión de los contenidos a los que los niños son expuestos.
Otras modificaciones como el artículo 21 B y el 21 C señalan que los menores tienen derecho a recibir, buscar y utilizar información acorde con su desarrollo integral por medio de salas de juegos computarizados, electrónicos o multimedia y de servicios de Internet, detallando que las madres, padres, o personas que tengan a su cuidado al niño, los orientarán sobre el uso de la información y contenidos en la web.
Esta aprobación, señaló la diputada y presidenta de dicha comisión, Verónica Beatriz Juárez Piña del Partido de la Revolución Democrática (PRD), no trata de privar a las niñas, niños y adolescentes de esta herramienta de la vida moderna, sino de “tomar precauciones para evitar que estén expuestos al contacto con personas mal intencionadas y con páginas electrónicas con contenidos inapropiados para su edad, así como el eventual desarrollo de conductas ilícitas o adictivas”.
Con esto, las modificaciones buscan que el material relacionado con la apología o incitación a la violencia, a la guerra, a la comisión de hechos punibles, al racismo, a la desigualdad entre el hombre y la mujer, a la xenofobia, intolerancia religiosa, cualquier tipo de discriminación, esclavitud, servidumbre, explotación de las personas, uso y consumo de cigarrillos y cualquier otra droga y bebidas alcohólicas, así como aquellos de carácter pornográfico queden fuera del alcance de los infantes.
De 2010 a 2013, se han registrado más de 20 mil páginas que muestran estos contenidos, y sumados a los datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en ingles) en donde un aproximado de dos millones de niñas y niños anualmente son utilizados por la “industria del sexo”, dejan en claro que estos cambios benefician pero que hace falta más trabajo en difusión a los padres de familia e instrucciones sobre cómo tener este control de contenidos en internet.