El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), denunció que al menos 14 niños, incluidas cinco niñas, murieron en un ataque atribuido a milicianos contra un campamento de desplazados en la provincia de Ituri, ubicada en el noreste de República Democrática del Congo (RDC).
Se trata del último episodio de violencia en esta provincia, en el que al menos 26 personas murieron en total. Además otros 56 niños, incluyendo 32 niñas, fueron separados de sus padres, madres o cuidadores debido al ataque, que tuvo lugar el pasado domingo por la noche en la aldea de Drodro y se ha atribuido a rebeldes armados.
UNICEF teme que el número de niños y niñas heridos, secuestrados o separados podría seguir aumentando hasta que la seguridad y el acceso a la zona mejoren.
Se estima que unas 50 mil personas que ya estaban desplazadas, entre ellas 27 mil niños y niñas, se han visto obligadas a huir de los campamentos hasta la ciudad de Roe. En este contexto, las preocupaciones por la falta de acceso a agua, alimentos y refugio de la población congoleña están aumentando.
UNICEF hizo un llamado para prevenir y perseguir este tipo de abusos, describió como violencia “terrorífica” este último episodio, enmarcado en una serie de ataques contra civiles en la zona. Recientemente tuvo lugar un ataque similar en la cercana región de Djugu.