El área estratégica del océano Pacífico que da lugar al fenómeno de El Niño está sufriendo una ola de calor absolutamente inusual, lo que se teme provoque un fenómeno muy por encima de lo conocido, que podría afectar el clima en el mundo entero.
El Centro de Predicción del Clima, del Servicio Meteorológico de EE.UU. estima que las condiciones extremas que generará El Niño, están lejos de ser las actuales, y que será recién para finales de la próxima estación o inicios de la siguiente (otoño-invierno en el hemisferio norte, primavera-verano en el hermisferio sur), cuando será posible percibir las condiciones a que se verán sometidos los distintos territorios afectados directamente.
El servicio de Oceanografía de la NASA, ha confirmado que las mediciones satelitales están mostrando un fenómeno El Niño con valores más altos que el de 1997-1998 que se considera el más importante registrado a la fecha. Sin embargo el de esos años comenzó sumamente débil para fortalecerse luego, mientras que el actual ya ha comenzado de forma fuerte.
Las perspectivas para algunas regiones
Los meteorólogos intentan tener más certezas de lo inmediato para establecer una proyección con menos incertidumbre, pero de momento se atienen a los datos verificables.
William Patzert, experto del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA señaló en entrevista con la BBC que las inundaciones en Argentina y sur de Brasil, son el anticipo, mientras que en el noreste brasileño habrá sequías.
México y Centroamérica sufrirán más lluvias que las habituales, algo que podría ocurrir también en la costa oeste norteamericana, donde una devastadora sequía agota los recursos hídricos.
Europa está expuesta a un próximo invierno mucho más frío que lo habitual particularmente en el este del continente, mientras para Asia se anticipan sequías en Tailandia, Filipinas e Indonesia, pero el invierno será más templado en China y Japón. El sudeste asiático y Australia, sufrirán secas importantes, algo similar a lo que pasará en el sur de África.
