MuyInteresante / Foto: Getty Images
Según acaba de revelar un nuevo estudio de las universidades de Barcelona (España) y la Otto von Guericke de Magdeburg (Alemania), que recoge la revistaCurrent Biology, aprender nuevas palabras nos otorga el mismo placer que tener relaciones sexuales o comer chocolate.
El equipo de científicos realizó un experimento con 36 adultos con objeto de ver hasta qué punto el hecho de aprender un lenguaje podría activar el centro del placer y recompensa del cerebro. Así, los voluntariosparticiparon en dos sesiones de resonancia magnética en las que tenían que aprender el significado de palabras nuevas deduciéndolo a través del contexto.
Los investigadores reconstruyeron las fibras de sustancia blanca que conectan las diferentes regiones cerebrales de los participantes, descubriendo que aprender palabras nuevas activaba áreas del cerebro relacionadas con el placer y la recompensa (las mismas conexiones que responden a estímulos tan gratos como una comida preferida, el sexo o las drogas) y que que las personas con una mejor conexión en este área eran capaces de memorizar más palabras y también a más velocidad. Además, si esas palabras tenían asociadas una carga emocional, el resultado era aún mejor, evidenciando el valor de las emociones en el proceso de aprendizaje.
“La investigación muestra un posible aspecto emocional en el desarrollo del lenguaje”, afirma Antoni Rodríguez Fornell, coautor del estudio. Las conclusiones del trabajo abren la puerta a la exploración a lo largo de la evolución del ser humano de uno de los instintos más básicos: el de comunicarse.