Edgar Rosas / Revolución TresPuntoCero
El fenómeno de la tortura en nuestro país es una cuestión que ha llamado la atención de diversas organizaciones por la dimensión que ha alcanzado en México. Como se recordará, en meses pasados el relator especial para la tortura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juan Méndez, indicó que en el país la tortura es generalizada.
Sobre el tema, Adrián Ramírez, presidente de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (LIMEDDH), advirtió que en el país desde el 2006 la tortura se ha configurado como un fenómeno generalizado, además que desde este año la tortura ha aumentado en un 700 % en México.
Entrevistado por Revolución TRESPUNTOCERO manifestó que el gobierno de Enrique Peña Nieto trata a la tortura como un hecho que no existe, como “una práctica infrecuente en la que algunos servidores públicos, apartándose de la ética, la realizan”.
Ramírez señaló que a pesar de estos intentos del gobierno por hacer creer que la tortura no se da en el país, se ha podido demostrar con pruebas fehacientes que este fenómeno es generalizado y sistemático, pues desde el gobierno se han permitido aspectos que alientan esta práctica.
“Es sistemática porque hemos logrado establecer que el gobierno ha propiciado desde la SCJN, por ejemplo, el que el ejército pueda hacer labores de policía. Que en la ley de la delincuencia organizada sigan prevaleciendo los criterios de inmediatez que hay para las declaraciones, permite que desde la SCJN y desde los derechos, pueda propiciarse la tortura”, dijo.
En tal sentido, aseguró que el poder legislativo también ha permitido normas que auspician o propician la tortura. De igual forma, explicó, el ejecutivo, a través de las procuradurías, ha dado paso a esta práctica.
Ramírez indicó que la tortura como método de investigación de las policías, lejos de permitir mejorar la situación de delincuencia, la agrava creando culpables, sacando confesiones a través de castigos, con lo que “en realidad lo que estamos asistiendo es contribuir a grandes fraudes judiciales en los que lo que interesa es presentar cifras, presentar resultados, culpables a pesar que no se respeten las normas”.
“Estamos en una situación muy grave y violenta, y por lo tanto creemos que en el marco del día mundial contra la tortura hagamos énfasis que tenemos un aumento del 700 % en el fenómeno, del 2006 a la fecha, es una situación grave. Lo peor es que no existen cifras que nos permitan tener claridad exacta de cómo está la situación”, apuntó.
De la misma forma, Ramírez sentenció que no sólo no se disminuye la tortura, sino que además la infraestructura institucional creada para atender el tema, no cuenta con los insumos necesarios para desarrollar su trabajo de manera eficaz.
“No sólo no hemos disminuido, sino que todavía la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas no tiene los recursos suficientes, tampoco tiene los recursos suficientes la CNDH, ni los órganos de contraloría internos, y mucho menos las víctimas o sus familiares para poder acreditar que hubo tortura, porque es un procedimiento costoso, bastante difícil, y sobre todo desangelado, porque hay mucha negligencia por parte de la autoridad para investigar y sancionar”, dijo.
En lo referente, habló sobre el papel que han jugado organismos como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para tratar casos de tortura. Dijo que en estos momentos esta clase de instituciones actúan como cómplices del gobierno, pues ayudan a esconder el fenómeno de la tortura.
“El gobierno, las procuradurías, pero también las comisiones de derechos humanos, están ocultando el tema de la tortura y nosotros estamos pidiéndole a Luis Raúl Gonzales Pérez e Ismael Eslava que rectifiquen una gran cantidad de casos que llegaron a la Comisión y que en apariencia dictaminaron que no había tortura (…) que ahora entren a un proceso de revisión interna, primero porque la CNDH y las comisiones públicas de DDHH no investigan a nivel pericial la tortura propiamente, ellos hacen opiniones médicas-psicológicas basadas en el protocolo de Estambul, pero sólo basadas, no le dan el carácter pericial que debería de tener y les exigimos que tengan el carácter de dictamen y como dictamen lo hagan valer”, dijo.
El presidente de la LIMEDDH enfatizó que hoy en día poder acreditar la existencia de tortura es un proceso difícil, en donde “la carga de la prueba para determinar si hay tortura, lamentablemente sigue siendo para la víctima y sus familiares y a pesar que haya normas y leyes que busquen en apariencia proteger los derechos de las personas en la investigación de la tortura, ésta no se puede dar porque es costosa, no fácil y porque todavía falta una mayor presión social respecto a ella, tendremos mucho trabajo por hacer”.
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Adrián Ramírez habló sobre los actos represivos del gobierno de EPN. Manifestó que las vías de diálogo para lograr acuerdos con el gobierno se agotan, por lo que se está preparando “un caldo de cultivo” para una represión mayor.
“De alguna manera las herramientas de consenso que podrían tenerse se están agotando y por lo tanto cada vez más va preparando un caldo de cultivo para una represión mayor. Tan sólo veamos la actitud que asume en el caso Ayotzinapa, y prácticamente ya van en un clima de linchamiento diciendo: ‘ya lo resolvimos’. Las últimas represiones que ha habido han sido muy violentas. A lo largo y ancho del país se repiten estos hechos y tenemos lo que pasó con los jóvenes en Veracruz, la detención de los estudiantes en Puebla, la represión que hubo contra los maestros en Oaxaca, los 25 detenidos de la represión reciente el 7 de junio, entre otros, lo que nos habla que ya estamos entrando a una fase todavía más agravada del fenómeno”, dijo.
Aunado a lo anterior, hizo referencia a las versiones que aseguran que EPN intenta emular los métodos utilizados en la guerra sucia para perseguir a la disidencia. Dijo que esta clase de acciones se mantienen y para desgracia del pueblo son parte del partido en el poder.
“Son fenómenos recurrentes, se agravan y continúan expresando y eso lamentablemente es inevitable que el PRI pueda tener otros mecanismos, a pesar que ha sofisticado sus métodos, no es el mismo el PRI de la guerra sucia, pero es un PRI remasterizado que tiene todavía más recursos para saber manejar eso y por eso la invitación a los jóvenes para que se preparen y utilicen las herramientas de derechos humanos en sus reivindicaciones sociales. Los derechos humanos son una herramienta más por la lucha de la democracia y las libertades fundamentales”, aseveró.