Ambiente


Calentamiento más ozono es igual a menos comida

Ciencia Plus / @Ciencia Plus

(30 de julio, 2014).- Las interacciones entre el cambio climático y la contaminación del aire pueden tener un papel importante en frenar los suministros de alimentos.

Muchos estudios han demostrado el potencial del cambio climático global para cortar los suministros de alimentos, pero, en su mayor parte, estas investigaciones han ignorado las interacciones entre el aumento de la temperatura y la contaminación del aire,específicamente la polución por ozono, que es conocida por dañar los cultivos.

Un nuevo estudio con participación de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts analizó en detalle la producción mundial de los cuatro principales cultivos alimenticios, arroz, trigo, maíz y soja, que representan más de la mitad de las calorías que consumen los seres humanos en todo el mundo. Se predice que los efectos pueden variar considerablemente de una región a otra y que algunos de los cultivos están mucho más fuertemente afectados por uno u otro factor.

Por ejemplo, el trigo es muy sensible a la exposición al ozono, mientras que el maíz resulta mucho más negativamente afectado por el calor, como señala este trabajo, realizado por Colette Heald, profesora asociada de Ingeniería Civil y Ambiental (CEE) en el MIT, el exbecario postdoctoral de CEE Amos Tai y Maria van Martin, de la Universidad Estatal de Colorado, en Estados Unidos.

Heald explica que aunque se sabe que las temperaturas más altas y la contaminación por ozono pueden dañar las plantas y reducir los rendimientos de los cultivos, “nadie los ha analizado juntos”. Aunque se debate ampliamente sobre el aumento de las temperaturas, el impacto de la calidad del aire en los cultivos está menos reconocido.

Los efectos tienden a variar ampliamente según la región, según predice el estudio, que se publica en ’Nature Climate Change’. En Estados Unidos, se espera que regulaciones más estrictas de la calidad del aire den lugar a una fuerte disminución de la contaminación por ozono, mitigando su impacto en los cultivos, pero en otras regiones, el resultado “dependerá de las políticas de contaminación del aire domésticas”, destaca Heald. “Una limpieza de la calidad del aire podría mejorar el rendimiento de los cultivos”, insiste.

Un 10% menos para 2050

En general, con todos los demás factores estando iguales, el calentamiento puede reducir los rendimientos de los cultivos a nivel mundial en un 10 por ciento para el año 2050, tal y como revela este trabajo. Pero los efectos de la contaminación por ozono son más complejos, afectando más a fuertemente a algunos cultivos que a otros, lo que sugiere que las medidas de control de la contaminación podrían desempeñar un papel importante en los resultados.

La contaminación por ozono también puede ser difícil de identificar, plantea Heald, porque el daño que produce puede parecerse a otras enfermedades de las plantas, como manchas en las hojas y decoloración. Se espera que el mundo necesitará un 50 por ciento más de alimentos para el año 2050, según los autores del estudio, debido al crecimiento de la población y el cambio de las tendencias alimenticias en los países en desarrollo.

Por ello, cualquier disminución de los rendimientos se producirá en un contexto de una necesidad general de incrementar la producción de manera significativa a través de mejores selecciones de cultivos y métodos de cultivo, así como la expansión de las tierras agrícolas.

46% de daños en la soja por el ozono

Aunque el calor y el ozono pueden perjudicar a las plantas cada uno de forma independiente, ambos factores también interactúan. Por ejemplo, temperaturas más cálidas aumentan significativamente la producción de ozono a partir de las reacciones en la luz del sol decompuestos orgánicos volátiles y óxidos de nitrógeno. Por estas interacciones, el equipo encontró que el 46 por ciento de los daños a los cultivos de soja que previamente habían sido atribuidos al calor son causado por el aumento del ozono.

En algunas situaciones, los investigadores vieron que las medidas de control de la contaminación podrían influir en las esperadas reducciones de los cultivos por el cambio climático. Por ejemplo, mientras que se preveé un descenso de un 15 por ciento en la producción mundial de alimentos, la reducción de emisiones proyectada en un escenario alternativo reduce esa caída al 9 por ciento.

La contaminación del aire es aún más decisiva en la desnutrición del mundo en desarrollo, hallaron los investigadores. Así, en el escenario más pesimista sobre la calidad del aire, la tasa de desnutrición podría aumentar del 18 al 27 por ciento en 2050, con un incremento de casi el 50 por ciento; y bajo el escenario más optimista, la tasa todavía se elevaría, pero esa subida se rebajaría casi a la mitad.

La producción agrícola es “muy sensible a la contaminación por ozono”, sentencia Heald, quien agrega que estos hallazgos “demuestran lo importante que es pensar en las implicaciones agrarias de la normativa de calidad del aire”. “El ozono es algo que cuyas causas y medidas para mejorar la calidad del aire todavía no entendemos”, concluye.

1 agosto, 2014
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