El campo mexicano se ha convertido en un escenario no solo del olvido institucional al sector agrario, sino también lo es de la represión en contra de campesinos y comuneros que enfrentan desapariciones forzadas, acoso y despojo de sus tierras.
Así lo manifestaron oradores del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), organización que marchó desde el obelisco a Lázaro Cárdenas hasta Palacio de Gobierno para recordar a Emiliano Zapata en el centenario de su asesinato en los años de la consumación de la Revolución Mexicana.
Un centenar de manifestantes acompañaron la movilización, donde se coreo varias veces el “Zapata vive, la lucha sigue”, evento en el que desde el micrófono se denunció que hoy el campesino vive condiciones similares a las que motivaron el levantamiento armado de 1910: abandonó, miseria y exclusión, a la que sumaron un clima de represión contra quienes denuncian esta realidad.
Hoy, señalaron ante la sede del Ejecutivo estatal, es necesario un nuevo reparto agrario, el cual consideraron inequitativo desde el espíritu del Constituyente de 1917, que plasmó, señalaron, “la burguesía” y que mantiene su dominio en el sector con las reformas aprobadas al artículo 127 constitucional aprobadas en el gobierno de Carlos
Salinas de Gortari y que, de acuerdo al FNLS, suman más de 500 reformas con las que “se han anulado sistemáticamente los derechos agrarios” que enarboló Zapata.
Tras citar los casos de represión en el estado a la comunidad de Arantepakua y la acción policial contra el FNLS en octubre del 2018, los voceros señalaron que mientras el régimen exhaltar al Caudillo del Sur, en el campo mexicano “reprimen y encarcelan y desaparecen al pueblo mexicano”.