César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-Los ciudadanos de Apatzingán impondrán un decálogo a los integrantes de las Fuerzas Rurales como condición para que puedan operar en la vigilancia de la sociedad, en esta propuesta se destaca el punto para que los rurales dejen de actuar como Ministerios Públicos, pues en sus barricadas se aplican castigos, se detienen carros, si se recuperaban terrenos se desconocer si se regresan o no, entre otros.
Pero los rurales no están totalmente aceptados, tienen que trabajar para “ganarse” la confianza de la ciudadanía, y para ello deben implementar un plan similar al DN-III, explicó el padre Gregorio López.
“En este segundo apartado les exigimos que dejen un rato los rifles y se dediquen a pintar las calles, a limpiar regiones de maleza que propician el paludismo”. Se exige también que identifiquen a quienes no están legalmente constituidos como elementos de Seguridad y les retiren las armas.
También se les pide que haya un diálogo entre los distintos comandantes, “si se caen gordos entre ellos, que al menos que se lleven bien, que dejen de andarse peleando. Yo me comprometo a dejar de estarnos recordando el 10 de mayo con Los Viagras, todo sea por el diálogo”, ironizó.
Como cuarto punto, proponen que se identifique un solo mando, un solo comandante, donde aparentemente ya quedó Estanislao Beltrán, al menos como vocero oficial del resto de los comandantes.
En quinto lugar, se pide que se establezca a la brevedad, una mesa de ciudadanos y seguridad, donde se fija también que se dará tolerancia cero a todo tipo de delincuencia.
Dentro del decálogo, que ya se entregó al comisionado Alfredo Castillo Cervantes, se exige también que se instauren grupos tácticos al interior de los municipios, bien identificados pero que sea para tener control de su propia gente.
Se pide además que se establezca una red de denuncia ciudadana, con un grupo de al menos diez ciudadanos distribuidos al interior de Apatzingán, que conectados a través de sus teléfonos se encarguen de hacer denuncias de sucesos de atención pertinaz y comunicarlo a la dependencia de seguridad pertinente.
“Aquí lo que estamos proponiendo prácticamente es lo que ya venían haciendo los criminales con los halcones, ahora los tenemos que hacer buenos, que con sus tácticas puedan seguir a los maleantes y ayudar a detenerlos”, explico el cura.
Y finalmente, propuso que se haga una campaña de denuncia, romper con el silencio y el encubrimiento, pidió el sacerdote.
Aceptó que por todo esto, ha recibido una infinidad de amenazas, por lo que siempre está vigilante de que no le siembren alguna evidencia en su contra, pues reconoció que no está exento de todo ello, incluso dijo, recibe amenazas vía telefónica.