Érika Paz / @Paz3_0
(4 de junio, 2014).- Brasil ocupa el segundo lugar en turismo sexual, tan solo después de Tailandia. Se calcula que alrededor de 500 mil niñas son víctimas de trata y explotación sexual. Problemática que se agudizará durante la Copa Mundial de Futbol 2014, en la que Brasil esperan a alrededor de 600 mil turistas de todo el mundo.
La trata tiene causas socioculturales, entre las que se encuentra la persistente asimetría en las relaciones de poder y subordinación entre hombres y mujeres. Causas económicas: siendo que la pobreza afecta mayormente a las mujeres y a las niñas, y ante el fenómeno de globalización, la cultura del consumo campea, facilitando y promoviendo la compra, venta y comercialización de las mujeres. En el ámbito político cientos de personas en los gobiernos se relacionan con la mercantilización de los cuerpos de las personas, haciendo perdurar este delito.
La opresión que viven las mujeres, va en contra de lo que dictan las legislaciones en las que se establece que todas las mujeres son sujetas de derecho. A través de mentiras, enamoramiento, coerción, seducción ellas son inducidas a la esclavitud sexual, que comprende pornografía, prostitución, pedofilia, embarazos forzados, turismo sexual que se llevan a cabo en bourdeles, en la calle, salones de masaje, table dance, clubes, entre otros lugares, todos delitos y establecimientos fuera de la ley.
La trata significa “tratar o comerciar”, a veces se le confunde con el tráfico de personas referente a un fenómeno migratorio, la trata no precisamente obedece a los desplazamientos, pero sí está fuertemente vinculado a los movimientos de la población. Sin embargo, es preciso señalar que las personas pueden ser explotadas sexualmente en los lugares en donde radican o realizan sus actividades (casa, trabajo, academia).
También se le llama erróneamente “trata de blancas”, concepto que surge en Europa en donde se consideraba a todas las mujeres como blancas, como si las mujeres no blancas no fueran susceptibles de ser víctimas de este delito.
La “Campaña Internacional ¡Di no al turismo sexual: Comprar Sexo No es un Deporte! Brasil 2014-2016”, consta de “pósters, videos, spots para radio, canción oficial “Mete Gol”, una Tarjeta Roja, un Manifiesto para recabar firmas y un acuerdo con las líneas aéreas que vuelan a Brasil para que incluyan la Tarjeta Roja en todos sus vuelos diciendo que el turismo sexual es un delito que se castiga con cárcel en sus países de origen y en Brasil”.
En el Manifiesto, se indica que en “el año 2006 un Estudio de la Universidad de Brasilia encontró que, una cuarta parte de los destinos turísticos de Brasil aproximadamente cuentan con un mercado sexual activo para la explotación de niñas, niños y adolescentes. Con aproximadamente 500,000 niñas y niños reportados como vendidos en el turismo sexual, Brasil está posicionado para convertirse en un país con el más alto número de niñas y niños en prostitución en el mundo”.
En la canción oficial “Mete Gol”, se expresa: “Ven que el mundial es fiesta / Todo el mundo está alerta / Se reúnen mil pasiones / Hay banderas e ilusiones / Pero del otro lado hay una oscura situación / Mil mujeres y niñas que reclaman salvación / Prostitución…” en cada esquina. “Sin demanda no hay oferta / En la ciudad proxeneta / Hoy te toca cambiar”. Todo para subvertir esta problemática que atenta en contra de los derechos humanos y legales de las mujeres.
De acuerdo con la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, conocida como Convención de Belem Do Pará 1996, la cual fue ratificada por México, se establece en su artículo 1ro. Que la violencia es “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como el privado”.
Además indica en su artículo 2do que los tipos de violencia contra las mujeres “incluyen la violencia física, sexual y psicológica: que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar”.
Para adherirse a esta campaña puedes firmar el Manifiesto No al Turismo Sexual ¡Comprar sexo no es un deporte! De la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés) y la CATW-International.
En el que además se declara, entre otras cosas, los cuerpos de las mujeres y las niñas no son mercancías, comprar sexo no es una actividad turística y vivir libre de la explotación sexual es un derecho humano. Se exige asimismo que los 32 países que participarán en el Mundial de Futbol, y que han ratificado las convenciones y protocolos en contra de la trata de personas, tomen una posición oficial en contra del turismo sexual que acompaña a los eventos deportivos.