A finales de 2013 el ex técnico del Departamento de la National Security Agency (NSA) de Estados Unidos, Edward Snowden, dio a conocer la historia del espionaje cibernético cometido contra varios países, entre ellos México. Dicha estrategia se logró gracias a la unión de la NSA con otras 15 agencias de inteligencia, quienes crearon un programa nombrado Boundless Informant (Informante sin Límites), un software que revisa metadatos de captación de información de todo el mundo.
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Según Hugo Vázquez, especialista en modelos de datos y sistemas avanzados, “en la actualidad, el robo de datos e información ha evolucionado a ciberespionaje, y no se detendrá, todas las agencias que conforman dicho círculo americano de recolección de puntos clave, seguirán su labor a nivel mundial así el planeta entero rechace la estrategia, finalmente ‘no se van a enterar’. Lo importante es acallar a cualquier otro ‘Snowden’, que quiera exponer los secretos, Estados Unidos ha hecho aliados para que su red sea cada vez más fuerte, extendiendo lazos hacia Gran Bretaña, Australia, Canadá y Nueva Zelanda”.
El ex contratista de la Central Intelligence Agency (CIA), quien responde al seudónimo LeftHande, declara a Revolución TRESPUNTOCERO que “en los últimos 10 años México ha sido el país más monitoreado en América Latina, pese a que Enrique Peña Nieto y Calderón son incondicionales de Washington, son los principales bancos de espionaje. Sin embargo el segundo es el que más cinismo ha tenido al indignarse por haber sido espiado, cuando el colaboró con las instituciones de inteligencia de Estados Unidos, ‘abriendo los libros’ de Petróleos Mexicano (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), al espionaje norteamericano, incluso proveyó de información perteneciente a la presidencia de la República. Durante su sexenio CIA, DEA, el FBI, la DIA (el Servicio Secreto de las Fuerzas Armadas de EE.UU.), además de la NSA pudieron establecer sus centros de espionaje e información, bajo una fachada de ‘guerra contra el crimen’, cuando en esa coartada, México sería una sucursal del centro de operaciones de Estados Unidos, para obtener datos con mayor eficacia de Brasil y Venezuela”.
Al mismo tiempo afirma “Enrique Peña Nieto ha sido un vigilante más de Estados Unidos, desde antes de llegar al gobierno, sabía que su misión sería dar acceso a toda la información clasificada del Estado mexicano y sus dependencias. En México hoy operan poco más de 25 mil agentes norteamericanos, en salas de espionaje, construidas y extendidas en el sexenio de Calderón, en ciudades como Distrito Federal, Guadalajara y Chiapas. La información ha sido usada a favor de Washington para facilitar sus intereses económicos, financieros, políticos y de la seguridad nacional del país del norte. Peña Nieto juega un papel de cómplice y aliado incondicional del gigante americano”.
“Cuando los medios internacionales dieron a conocer los datos que filtró Edward Snowden, sobre el espionaje a México, la reacción sin duda alguna se podría calificar como la de un gobierno tibio. Ordenar a Gobernación realizar una investigación para determinar si existían evidencias o no sobre el espionaje norteamericano, fue una de las peores farsas de Peña Nieto, cuando sabe que los miles de mensajes que puede recibir van con copia a Estados Unidos”, afirma LeftHande.
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Sobre la creación del Centro Nacional de Fusión de Inteligencia, comenta “dicha institución no es más que la confirmación de que Estados Unidos está tomando a México como su territorio y por lo tanto debe resguardarlo de posibles ataques, esta protección no incluye a civiles, por el contrario se busca obtener cualquier dato necesario para mantener el control en cada sexenio”.
Y agrega “quienes tomarán el mando serán oficiales de la NSA, de esta manera se garantiza el control del gobierno de los Estados Unidos, quienes estarán al pendiente de su ‘objetivos de alto valor’, dicho centro no es más que parte de un proceso de adquisición de un país, que dio inicio con la Iniciativa Mérida, la guerra contra el narco ha sido de las mejores estrategias para obtener el control de un país, es infalible, aún más que el combate al terrorismo”.
Bajo la recolección de datos del Servicio Especial de Colección (Special Collection Service – SCS) de la NSA, otro programa clandestino, ultra secreto, se podría vigilar al país entero, por medio de monitores, al mismo tiempo se podría escuchar y penetrar en otro equipo con el fin de acceder información sobre objetivos sensitivos. Los programas de inteligencia de los Estados Unidos en México mantendrían en sus bases a analistas de inteligencia que años atrás pertenecieron al servicio de investigación e inteligencia en Afganistán, explica el entrevistado.
“Cada computadora que se sabe nueva, puede contener un virus o microchip que obtiene información para causar un efecto espejo, enviando de regreso los datos a quien necesite obtenerlos. En México espiar y conocer su modo de vida, costumbres, simpatías políticas y sus inmersiones dentro de movimientos sociales, basados en ideología es relativamente fácil, debido a que es uno de los países que utiliza el mayor tiempo posible una computadora o un dispositivo móvil”, afirma LeftHande.
Asegurando que la constante dependencia a las tecnologías de la información, ha facilitado el trabajo de ciberespionaje, al menos en México. Gracias alciberterrorismo Estados Unidos puede obtener desde correos electrónicos, historiales, números de cuentas bancarias, padrones electorales, bases de datos, contactos y perfiles de redes sociales, hasta mensajes de texto por sms. “Aquí se busca reafirmar y mantener bajo resguardo lo ganado, es decir, las decisiones políticas, económicas e incluso ideológicas, ya obtenidas por las vías convencionales. En México hasta el gobierno es víctima (por intereses personales) de la formula tecnología + presión psicológica = terror”.
Por su parte John Brennan, director de la CIA, ha determinado ampliar las capacidades digitales de la agencia, esto por el creciente uso de teléfonos celulares inteligentes, redes sociales y otras tecnologías; las nuevas reformas, según Brennan, tendrían como objetivo reclutar informantes en el extranjero, identificar blancos de ataques aéreos y penetrar redes de adversarios con alto conocimiento en tecnologías digitales.
Según el investigador Alberto J. Gabriell, “el ciberespionaje es sólo uno de los escalones que usa Estados Unidos, para obtener información y mantener su hegemonía, ya que dicha estrategia es fundamental, para seguir posicionado en el sitio que se encuentra. Hoy los drones también han ocupado el mismo sitio en importancia que la obtención de datos por medio de tecnología futurista. Debido a que son una maquinaria de asesinato, están equipados con potentes cámaras que transmiten la guerra o la información requerida”.
Y explica, “los drones es el servicio de espionaje más potente de Estados Unidos, es así como la CIA, organización que prácticamente abusa de su uso, se ha convertido cada vez más en un órgano paramilitar, sin disimulo alguno, sin embargo su investigación en el campo tecnológico también ha sobresalido, lo que podría lleva a colapsar las redes, rompiendo con el ecosistema de internet, que sirve para el desarrollo de las economías y transmisión de datos. Estados Unidos es el monstruo de mil cabezas que ha hipervivido sin que se le pueda arrancar una. Somos víctimas y presas de gobiernos norteamericanos viles, crueles y manipuladores”.