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A 26 años de prisión fueron sentenciados ocho militares tras encontrarlos culpables por su colaboración con el cártel de Los Zetas, a pesar de que fueron torturados durante tres días.
Un experto de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y dos informes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) avalan que los soldados fueron víctimas de malos tratos y degradantes para reconocer su colusión con el narco.
Incluso, el abogado de los uniformados se basó en las declaraciones de sus clientes y los resultados de estas dos dependencia para la defensa.
El País dio a conocer que en el caso de dos de los condenados, el teniente Sócrates López y el subteniente Francisco Javier Soto, la Sedena reconoció la tortura y les indemnizó.
El director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, dijo que no hay casos en America Latina donde militares hayan sido indemnizados por tortura y “aún así hayan sido condenados”.
Los castrenses fueron detenidos en 2011 cuando agentes de la policía judicial militar arribaron al 69 Batallón de Infantería con sede en Coahuila.
Según los informes de la CNDH, los militares fueron torturados durante 3 días, les vendaron los ojos, los patearon, dieron puñetazos, los asfixiaron con bolsas hasta asfixiarlos.
Además acusaron de que los amenazaron con violar y descuartizar a los miembros de sus familias, principalmente mujeres.