Foto: Vox
(20 de febrero, 2014).- El pasado 12 de febrero, el equipo de futbol León denunció públicamente una presunta agresión racista en contra de sus jugadores por parte de la porra de los Pumas, razón por la cual el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) intervino solicitando una reunión con las barras.
Luego de estos hechos de discriminación, el presidente de la Conapred, Ricardo Bucio Mujica, pidió tomar cartas en el asunto antes de que pueda adquirirtintes violentos, ya que si bien no han existido casos de esa magnitud y se ha limitado a gritos e insultos en el Estadio Nou Camp y en el Estadio Hidalgo, se debe de reconocer la existencia de casos de racismo dentro del deporte a nivel nacional.
Bucio declaró que en México debería de existir un acuerdo entre los clubes y una convicción de que si hay casos de racismo no se deberá esperar a que sucedan actos de violencia racista para impulsar medidas al respecto como las que se están llevando a cabo en otros países, “ y eso lo digo porque frecuentemente escuchamos también a personas que están en el mundo del futbol ya sean directivos, entrenadores, incluso futbolistas que dicen que en México el racismo no existe y que en todo caso no es un problema que tenga que ver con el futbol”, señaló Bucio.
Sin embargo, una reunión similar a la que la Comisión solicitó se llevó a cabo en agosto del año 2010, no con la porra del club universitario, sino con el Club Pumas. Ahí resolvieron ejercer promoción y difusión de acciones que contribuyeran “a derribar las barreras de desigualdad y a fomentar la inclusión desde el ámbito deportivo y del entretenimiento”.
“Conscientes de que el fútbol es el deporte más popular en México, Conapred considera que este espacio es idóneo para generar acciones de igualdad dentro y fuera de la cancha”, señalaron tras aquella reunión.
A más de tres años de distancia, Bucio Mujica recomendó iniciar una campaña de difusión similar a las emprendidas por la FIFA, que en su Código Disciplinario se describe las sanciones aplicables en caso de incumplimiento a las medidas contra la discriminación, que incluyen a clubes, directivos, jugadores, árbitros y cualquier persona que la FIFA admita en un partido o competición, incluidos los espectadores.
El funcionario señaló que en otros lugares del mundo existen suspensiones momentáneas y totales de los partidos, incluso castigo al estadio donde se generen conflictos impidiendo que los siguientes juegos tengan presencia de público, “de tal manera que no haya una percepción de inacción porque no se considere que es un acto que perjudique a alguien”.
Los castigos de la Federación Mexicana de Futbol pueden ir desde el veto y prohibición a un estadio hasta multas económicas que van desde los 251 mil a los 536 mil pesos.