Tras el anuncio de Peña Nieto de crear una Secretaría de Cultura, y en aparente conflicto con la reducción presupuestal que ha pregonado en todas las áreas, incluida la educativa, Paco Ignacio Taibo II, escritor, afirmó que el anuncio del Ejecutivo es un “alarde burocrático” y de concretarse, la nueva dependencia servirá poco a un país que reduce sistemáticamente su presupuesto en la materia.
Sobre el mismo tema, el novelista Jorge F. Hernández afirmó que “estamos ante la erección de un inmenso elefante blanco o cetáceo cuyas entrañas enredan, en primer lugar, la falta de personalidad jurídica del Conaculta y los enredos sindicales del INBA e INAH”.
La propuesta cultural de Peña Nieto, dijo Hernández, se parece más a un “maquillado guión de telenovela” pues afirmó que el gobierno no se preocupa por los asuntos culturales, lo que se refleja en la reducción presupuestal que se registra cada año.
Hugo Arrevillaga, director y dramaturgo afirmó que lo que menos necesita la cultura en nuestro país, es otro ente burocrático, por lo que “sería lamentable que se centralizara la cultura” ante las enormes carencias del sector, a lo largo y ancho del país.
El sociólogo Roger Bartra afirmó que esta idea no es original del actual gobierno federal; sin embargo, “me parece perfecto que se quiera dar más apoyo a la cultura, pero las cosas deben realizarse con mucha organización. Si se logra, podríamos eliminar mucha burocracia. No tendría caso que siguiera existiendo Conaculta”.
Bartra propone que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) se subordinen a la nueva secretaría.