El Comité por la Liberación de los Presos Políticos de Guerrero denunció la desaparición de Gonzalo Molina, compañero, promotor y vocero de la Casa de Justicia del Paraíso de la Policía comunitaria CRAC -PC y que recientemente alcanzara su libertad “al demostrar él mismo su inocencia ante 10 causas penales con las que el corrupto sistema de justicia de México”.
A través de un comunicado de prensa, informaron que ante las amenazas recibidas por la delincuencia organizada a su salida del Cereso en Guerrero, Molina se traslada a la Ciudad de México bajo sus propios riesgos para exigir medidas de protección para su integridad física y la de sus familiares, ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración. Esa es la principal razón de su presencia en la Ciudad de México.
“En días pasados se le proporcionan dichas medidas, sin que estas se hicieran efectivas. No hubo compromiso ni profesionalismo por parte de RCU ni por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pues hasta el momento su titular no ha concretado medidas efectivas para la protección de Gonzalo Molina y de su familia”.
El lunes pasado, 25 de marzo, tras participar en un conversatorio en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Gonzalo sufrió un intento de levantamiento, aún dentro de las instalaciones de la UNAM. Situación que fue desarticulada por la protección de los mismos estudiantes universitarios, se señaló.
Este 26 de marzo “los criminales intensificaron sus patrullajes hacia la persona de Gonzalo e incrementaron el hostigamiento directo a su familia. Durante el transcurso de la marcha por la exigencia de la presentación con vida de nuestros 43 estudiantes de Ayotzinapa, recibió amenazas de la señora Yazmín, alias La Norteña, conocida militar e integrante del grupo delictivo de los Viagras y quien opera en el territorio de Tierra Colorada y El Ocotito.
“Ella sí gozó de total libertad e impunidad para trasladarse a esta ciudad y participar en la marcha, en la cual estuvo tomando fotos tranquilamente, hasta realizar la amenaza al compañero, tras lo cual ya no se le vio más. Posteriormente, un individuo que lo fotografiaba durante la marcha intentó ingresar al edificio al cual acudieron Gonzalo y sus acompañantes momentáneamente, para usar los sanitarios”.
El desconocido fue retenido en la entrada del edificio, y no pudo justificar su intención de ingreso a donde se encontraba Gonzalo Molina. Posteriormente, al llegar al domicilio donde habrían de pernoctar, se detectó a otra persona tomando videos del domicilio, así como a los compañeros, quienes salieron para tomar algunos alimentos. “Al confrontarlo nuevamente externó argumentos torpes al responder que buscaban departamentos en renta (a las 9 de la noche)”.
“Ante esto compañeros cercanos decidimos trasladar a Gonzalo y a sus acompañantes a otro lugar con menor riesgo donde tendrían acompañamiento constante. Se decide contratar los servicios de un taxi “seguro” y se monitoriza el avance de dicho taxi hasta su destino incluyendo un par de llamadas sin que se reportaran problema alguno.
“No obstante, a tan solo cinco cuadras de su llegada al punto solicitado, la aplicación da por terminando el viaje. Esto ocurrió alrededor de las 10 de la noche por los rumbos de Martín Carrera. Hasta las doce de la noche compañeros de la brigada de Paz Marabunta recorrieron la zona sin encontrarlos. Desde entonces no se sabe nada del paradero de los compañeros y sus celulares se encuentran apagados”.