Educación


Desarrolla la UNAM membranas que podrían reconstruir el tejido cardiaco

Notimex /  Foto: Twitter @DiarioRotativo

El equipo de colaboradores explicó que el ser humano no tiene la misma capacidad de regeneración que la lagartija, pero tiene la ingeniería tisular para ayudar a su cuerpo a reparar tejidos y partes de órganos.

Un equipo interdisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollan membranas para usos médicos, las cuales podrían ayudar al cuerpo humano en la regeneración de piel, hueso, tejido cardiaco y venas.

Biólogos, ingenieros, químicos, físicos, matemáticos y médicos de la máxima casa de estudios, buscan ofrecer una opción ante la limitada disponibilidad de tejidos y órganos para mejorar la salud o salvar vidas.

El ser humano no tiene la misma capacidad de regeneración que la lagartija (cuando le cortan la cola, le sale nuevamente), pero tiene la ingeniería tisular para ayudar a su cuerpo a reparar tejidos y partes de órganos, y algún día, un corazón o riñón completo.

El grupo integrado por investigadores y estudiantes de la UNAM y colaboradores, creó membranas o andamios para crecimiento de células con biomateriales, que mimetizan las funciones de tejidos nativos (matriz extracelular).

Según pruebas experimentales en animales (ratas y conejos), podrían ayudar a pacientes mexicanos en la regeneración de piel, hueso, dientes, tejido cardiaco y venas.

Han creado, por ejemplo, andamios tubulares, hasta de cuatro milímetros de diámetro, para el desarrollo de venas endoteliales para niños.

Estas membranas porosas son biocompatibles, en ellas se siembran células endoteliales que se hacen crecer para formar “venitas”. Con esto se podría reconstruir venas en niños con insuficiencia severa.

Con andamios de poliácido láctico-colágena, se podría reparar tejido del corazón dañado por un infarto al miocardio, como lo demuestran pruebas realizadas in vitro.

Explicaron que a una rata Wistar se les indujo un infarto y en un área de la parte dañada se colocó un andamio con células de corazón especiales para la regeneración de tejido, y en otra zona del infarto no se implantó nada.

Se dio un tratamiento con oxígeno hiperbárico y después de un tiempo “donde colocamos el andamio el infarto se redujo considerablemente”, y en el área que no lo tenía no hubo reducción de tejido infartado.

Una fase subsecuente será probarlas en humanos.

12 diciembre, 2014
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