IR21 / Foto: Wikimedia
Los astrónomos de todo el mundo intentan por estas horas captarlo con sus telescopios de la más variada tecnología, pero hasta el momento el “planeta Nueve” como se le comenzó a llamar, aparece solamente en las hojas de cálculos de los técnicos, pero en absoluto implica que no exista.
Ubicado a más de 20 veces del planeta mayor último del Sistema Solar (Neptuno, el octavo planeta, ya que Plutón es considerado un planetoide), y en una zona donde la oscuridad es dominante absoluta dada la lejanía al Sol, el nuevo planeta demoraría entre 10.000 a 20.000 años en dar una vuelta completa alrededor del Sol para completar su “año”.
El noveno planeta tendría entre cinco y diez veces la masa de la Tierra y cuatro veces su tamaño; su existencia es producto de los cálculos que muestran fuerzas gravitatorias incidentes entre los movimientos de los llamados “planetas enanos” y otros objetos del espacio exterior.
Todos a la captura del planeta aún invisible
Los astrónomos Michael Brown y Konstantin Batygin, han descripto el fenómeno y entienden que solamente un planeta oculto o invisible hasta ahora, puede ser la causa “de perturbación masiva” que experimentan los planetas enanos.
El fenómeno ya había sido percibido en 2014 por los astrónomos Scott Sheppard del Instituto de Ciencia Carnegie y Chad Trujillo del Observatorio Gemini de Hawái, quienes advirtieron que las órbitas de algunos cuerpos espaciales se salían de su trayectoria en el mismo cuadrante del sistema solar y que permanecen inclinadas en el mismo ángulo, lo que especularon podría ser un planeta “invisible”, pero hasta ahora no lograron captarlo en sus estudios.
Los técnicos concentran ahora sus esfuerzos en los telescopios a fin de ver finalmente al planeta, que de existir sería el quinto mayor después de Jupiter, Saturno, Urano y Neptuno, según publica “Astronomical Journal”.