Pedro Cervantes / @thachiskin
Morelia, Michoacán.- La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), se ha caracterizado a nivel nacional por ser una de las pocas que reciben y han formado a estudiantes de todo el país.
Se ha distinguido por ser una institución de carácter crítica y humanista. Uno de sus fines plasmado en el artículo cuarto de su ley orgánica reza:
“La Universidad tiene como finalidad esencial servir al pueblo, contribuyendo con su quehacer diario a la formación de hombres calificados en la ciencia, la técnica y la cultura, que eleven cualitativamente los valores y costumbres sociales.”
No obstante, la aspiración de este fin cada vez está más lejos de cara al incremento de “nicolaitas” que señalan a otros jóvenes por su condición social y promueven el odio a través de comentarios discriminatorios, xenófobos y sexistas.
Desde el miércoles 2 de septiembre, el Movimiento de Aspirantes y Rechazados (MAR) tomaron las instalaciones de Ciudad Universitaria, en reclamó de más lugares, para quienes no obtuvieron una matrícula.
En este contexto, las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Desde el reclamo a razón de la imposibilidad de tomar clases, hasta comentarios como: “que se regresen a sus estados”, “no quedaron porque son unos flojos y reprobaron el examen” y “que se larguen a su estado, no son de Michoacán”.
Sin embargo, la constitución mexicana reza en su artículo 3º que todo individuo tiene derecho a recibir educación. Añadiendo a esto el 11º que señala que “todo hombre tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de seguridad”.
En tanto, en la Constitución Política del Estado de Michoacán, en su artículo primero advierte que “En el Estado de Michoacán de Ocampo todas las personas gozarán de los derechos humanos que otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
En su artículo 5º habla de quienes son michoacanos y estos son “los mexicanos nacidos en el Estado, los hijos de michoacanos nacidos fuera de él y los que se avecinen de manera continua durante un año”.
Es decir, en ningún artículo, ni de la Constitución de este país, ni del estado de Michoacán niega el derecho a que un joven pueda estudiar en la universidad que más se acerque a sus intereses.