Lilia Arellano /Revolución TresPuntoCero
(12de octubre, 2014).- Ya no hay manera de que se sigan montando cortinas de humo con éxito, ni la captura de “el Viceroy” o la del hermano de la esposa del alcalde de Iguala ha logrado detener este descontento popular que está latente, que se deja ver en las manifestaciones, en las marchas que se están llevando a cabo en todo el país y que marcan como un detonante lo ocurrido con los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Este caso ha unificado, como no se veía desde hace años, a los ciudadanos quienes ven incrementada su insatisfacción con el gobierno y los partidos políticos a raíz de las declaraciones cínicas de Carlos Navarrete quien, en medio de semejante tragedia, habla de llevar a cabo una consulta ciudadana que determine si debe o no quedarse Ángel Aguirre Rivero en la gubernatura guerrerense.
Las preguntas obligadas hacen ver la gran ausencia de poderes. ¿Dónde está la legislatura local que no actúa, que no solicita el retiro del mandatario estatal a fin de que no exista ningún elemento que puede intervenir en el resultado que deben arrojar investigaciones serias? ¿Dónde está la Cámara de Senadores que no actúa en consecuencia declarando la desaparición de poderes ante la situación que ha sacudido a este Estado y, no solo la del presente, sino por la incapacidad demostrada para sacar adelante a los guerrerenses frente a los daños causados por un huracán del que ni siquiera estuvo debidamente informado y por lo tanto se mantuvo ausente la voz de alerta para protección ciudadana? ¿Es suficiente que se cite a los titulares de Gobernación, de la Defensa, a los de la PGR y al CISEN para que les digan a los diputados que pasa o pasó o pasará en Iguala y Tlatlaya? ¿Más de esas comparecencias que llaman a un mayor desencanto e inseguridad?
Al PRD le sucede lo que a los que quedan atrapados en un pantano: entre más se mueve, más se hunde. Carlos Navarrete acompañado de Ángel Aguirre, expuso su exigencia de que se llegara al fondo de las investigaciones en este asunto al que calificó a “atrocidad barbarie” y sostuvo que ese partido no va a defender a nadie, sea del rango que sea; deben, los de la federación, acelerar los procesos para conocer los nombres de los culpables y aclarar este caso que “cimbra a Guerrero y a la Nación”. El hijo preferido del clan “chuchos”, o de esa tribu –que son las de las barbaries conocidas-, lo que intentó tender con la sugerencia de un plebiscito fue una cortina de protección para el gobernador y no otra cosa ya que para mayor burla se recuerda que en unos meses habrá elecciones y, ya parece que en medio de tanto dolor las población tiene ánimos para salir a votar.
Los resultados de la fallida administración de AAR están a la vista y existen también artículos, fracciones, cláusulas que dotan a los otros dos poderes de las facultades necesarias para librar a los ciudadanos de malos gobernantes. El Congreso local tiene el sartén por el mando, pero también el Senado e incluso el Ejecutivo en situaciones de gravedad como ésta también tienen forma de poder actuar conforme a la ley en la que no aparece en ningún renglón el nombramiento de “comisionados”. Como si contara con un mínimo de respaldo moral, Navarrete exhorto al procurador Jesús Murillo Karam para que acepte la participación, la intervención de los forenses argentinos cuando hasta ahora no se sabe cómo es que la solicitaron o si se ofrecieron o si se trata de cercanía de los “chuchos” con algún grupo y pretenden también manejar el resultado de las autopsias.
Para Peña Nieto la frase fue “tope donde tope”, o sea lo mismo que hemos escuchado durante muchos años sobre asuntos que pueden pasar décadas y no se aclaran. Es el “caiga quien caiga” del pasado reciente, del de las pasadas declaraciones sobre masacres. Es el “no habrá impunidad”, para otros tantos asuntos que tienen que ver con daños graves a los ciudadanos. “Genera indignación y por eso el Presidente de las República es el primero en ser solidario con estas expresiones, que con justa razón demandan una investigación a fondo y sobre todo dar con los responsables”.
Y tal y como ha sucedido cuando rinden reportes sobre la miseria, la pobreza y las cifras se aceptan como si no hubiese responsabilidad alguna sobre éstas, o al momento de reconocer que hay miles de desaparecidos y para disminuir las cifras habla de que no reportan las familias a los que van apareciendo por lo que no pueden considerarse como definitivas estas cifras y de nuevo se olvida que hay responsabilidad directa sobre los hechos que se han presentado en este mandato y de aclaración sobre los pendientes, los heredados de Fox y Calderón, el mexiquense aceptó que la indignación no solo es nacional sino que se manifiesta en distintas partes del mundo en donde también se ha expresado el repudio. O sea que todas estas muestras se ven naturales, lógicas, normales tanto dentro como las que surgen de fuera. De nuevo es el aceptar seguido de un ¿!Y!?
Se ha visto que don Jesús Murillo Karam intenta por todos los medios mantener o aparentar estar tranquilo y de ahí que cuida estrictamente el lenguaje que usa, solo que éste no es el que están esperando los ciudadanos, el que habla de un respeto absoluto a una ley que está claro que son muchos los grupos que no la respetan, que existen un sinnúmero de demandas que no son atendidas, que la situación personal de los padres de familia no admite que hablen del alcalde, de su esposa, del jefe de la policía y adviertan que los buscan para que declaren sobre el caso. ¿Alguno de ellos admitirá su culpabilidad? ¿Dirá el alcalde que es el responsable, que giró las órdenes, que estaba bajo el influjo de algún estupefaciente, que si pertenece al cartel de los Beltrán Leyva, que compró la candidatura y les dio el dinero a los jerarcas perredistas, que también es culpable de una serie de abusos y torturas hasta llegar al crimen cometidos y de los cuales entrega la lista y los lugares, las ubicaciones en donde están los muertitos?
¿Su esposa dirá que como buena cónyuge apoyo a su marido en todas sus acciones, que estaba al tanto de ellas, que sabía de los muertos y de los abusos, que ella misma incurrió en un sinnúmero de ellos e hizo un uso a su buen saber y entender de los fondos públicos, que sus hermanos también pertenecían al mismo cártel y se reservará hablar de su mamá por temor al castigo divino? ¿Por qué no usar el lenguaje que los ciudadanos esperan, el de atrapar a estos sujetos para que públicamente hablen de su participación, del motivo que los llevó –si es que existe- a que se cometieran los crímenes, para obligarlos a revelar el nombre de sus cómplices, para que denuncien la participación del partido político que los postuló en todas sus fechorías? Lo que ellos esperan de esas declaraciones es lo que también se espera ya en todo el país y nadie se conformará con la versión oficial de ellas, sin saber cómo obtuvieron las respuestas, cual es el camino que se seguirá y el resultado de todo ello.
Porque resulta que ya detuvieron a otros cuatro presuntos participantes en el secuestro y las ejecuciones, además de descubrirse con ello otras cuatro fosas clandestinas. Murillo Karam, al respecto, no quiso dar nombres y no se sabe el porqué de estas determinaciones. Todos esperan nombres y rostros y no silencios y señalamientos de desconocimiento total del móvil que llevó a esta barbarie. No es nuevo que busquen a José Luis Abarca, a María de los Ángeles Pineda o a Felipe Flores Vásquez y, al señalar que no se trata de policías ¿entonces? ¿de narcos? ¿andan buscando chivos expiatorios para salir cuanto antes del problema e intentar que todos queden satisfechos? ¿ocultarán la verdad y luego con filmaciones de declaraciones presentarán a los supuestos culpables de los que luego, uno a uno va descubriéndose que nada tenían que ver y que sus aprehensiones obedecieron a la necesidad de cerrar el caso para evitar que se mantenga la crítica internacional que es la que realmente les preocupa?
La sacudida ha llegado hasta Morelos, a Cuernavaca, en donde detuvieron a Salomón Pineda Villa, hermano de María de los Ángeles Pineda Villa, esposa del alcalde de Iguala. Iban caminando por el corredor comercial ubicado sobre la avenida Matamoros, justo cuando los estudiantes del lugar se manifestaban por los hechos en Ayotzinapa, cuando Marinos vestidos de civil lo esposaron junto con otro de sus amigos. Dos más se dieron a la fuga y ni siquiera el helicóptero que estaba resguardando tanto la detención como para perseguir a quienes intentaran fugarse, pudieron atraparlos. A esta familia le han detenido hasta a 14 miembros y se recordará que tanto Alberto como Mario de los mismos apellidos fueron asesinados por los miembros del cartel al que pertenecían.
Distintos grupos como el EZLN y ahora el ERPI se suman a la declaración de culpabilidad del PRD sobre lo ocurrido en Iguala y los señala como cómplices al tiempo de advertir que ante la falta de acciones por parte de los gobiernos federal y estatal, pondrán a la Brigada Popular de Ajusticiamiento 26 de septiembre, fundada para enfrentar en aspectos político-militares las afrentas del narcoestado y particularmente las de “guerreros unidos”. Es este otro ingrediente que tiende a encender una mecha que los gobernantes se dedicaron a ignorar y que ahora está más que presente.
Y es que se contribuye a cada paso a exacerbar los ánimos; los 22 policías de Iguala que fueron detenidos han sido trasladados al penal de Acapulco y uno más al federal. Están acusados y supuestamente confesaron haber matado a 17 estudiantes entre el 26 y 27 de septiembre, pero no dicen en donde se encuentran sus cadáveres, como tampoco revelan de quien recibieron de manera directa la orden y si saben el nombre de los que están detrás de esa voz que les ordenó matar. También se le finca el delito de otros 6 homicidios. Ante esto ya se intenta el traslado de los manifestantes en Chilpancingo hasta ese puerto para exigir conocer declaraciones y pruebas.