Ir21 / Foto: Pascal Cotte
El científico francés Pasca Cotte, que hace diez años trabaja para dilucidar el misterio que afirma haber hallado “detrás” de la Mona Lisa, presentará este miércoles sus estudios al mundo, en un programa especial que anuncia la cadena británica BBC.
Empleando una tecnología de luz reflexiva, el técnico asegura haber descubierto una clara imagen, de otra modelo que mira hacia un lateral, pintada exactamente debajo de La Gioconda, la obra más popular de Leonardo Da Vinci y una de las más prestigiosas de mundo.
El autor del descubrimiento es fundador de la Lumière Technology de París, además de pionero en el uso de una técnica llamada Método de Amplificación de Capas (LAM), el que utilizó para analizar esta obra. El proceso LAM, consiste en la proyección de una serie de luces intensas sobre la pintura, a tiempo que una cámara establece mediciones de las reflexiones de las luces, a partir de las cuales se puede reconstruir qué hay entre cada una de las capas coloreadas.
Cotte obtuvo permiso del Museo de Louvre para acceder a la pintura en 2004, después de largos esfuerzos y cabildeos, pero incluso después de sus análisis, los curadores de museo se han negado a comentar su descubrimiento tanto para el documental de BBC como para los medios franceses interesados en el tema.
Un misterio sobre otro misterio
Si bien Mona Lisa ha sido objeto de todo tipo de análisis con las más variadas tecnologías, para establecer algunos de los secretos que se entiende oculta la obra, hasta ahora ninguno habría sido tan severo como el de la técnica LAM, o al menos así lo asegura su inventor.
“Nosotros ahora podemos analizar lo que pasa dentro de las capas de pintura y podemos pelar como una cebolla todas las capas del cuadro, e incluso reconstruir toda la cronología de la creación de la obra”, afirma Cotte, quien remarca que su técnica es superior a las inspecciones con infrarrojos o escaneos de multiespectro, como los que ya se han practicado sobre la obra de Leonardo.
Cotte dice en el documental de la BBC que ha encontrado dos imágenes más bajo la superficie de la pintura: un boceto impreciso de un retrato con una cabeza y una nariz más grandes y labios más pequeños, además de otra imagen –en el orden de las que se pintaba a la Madonna- con un tocado de perlas.
