Morelia, Michoacán.- La ubicación del expediente técnico del Teatro Matamoros es un misterio, ni la Secretaría de Finanzas, ni la de Cultura tienen idea de dónde se encuentra, tampoco la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas que es la rectora en la realización de obras en Michoacán.
El Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) solicitó a las tres dependencias el dictamen técnico de la obra que arrancó en 2009 y que se esperaba inaugurar con motivo del Bicentenario de la Independencia de México en 2010.
Sobre la obra en la que se han invertido más de 260 millones de pesos, y que ha superado al menos en un 209 por ciento su costo original, no cuenta con expediente la tres dependencias que tendrían que estar vinculadas al caso.
En entrevista Elvia Higuera Pérez, presidenta del Comité Ciudadano del SEA, apuntó que la respuesta emitida por las tres secretarías a la solicitud formulada para acceder al expediente técnico, es que probablemente se encuentre en el Comité Técnico del Fideicomiso.
“Nosotros presentamos una solicitud de acceso a la información acerca de los expedientes técnicos del Teatro Matamoros, para conocer en donde se está atorando el avance de la obra, cuánto se ha ejercido en la misma, sus características; esa información la solicitamos tanto a la Secretaría de Finanzas, la Secretaría de Cultura y también a la Secretaría de Obras Públicas.
“Hasta este momento las tres dependencias en ningún lado cuentan con el expediente técnico pese a estar involucradas en el tema, las tres han contestado que quien puede tener la información es el Comité Técnico que se creó por el tema del Fideicomiso, ahí es ahora donde vamos a dirigir la solicitud de información”.
Cabe recordar que el Fideicomiso para la construcción del Teatro Matamoros estuvo encabezado desde su creación hasta el 2016, por Cuauhtémoc Cárdenas Batel hermano del exgobernador Lázaro Cárdenas, quien protagonizó durante su mandato la compra del antiguo Cine Colonial en el centro moreliano y un inmueble aledaño que dio vida a la obra.
La Auditoría Superior de Michoacán, tras el arribo de Miguel Ángel Aguirre Abellaneda a su titularidad, informó que en la era del entonces auditor José Luis López Salgado se dejó prescribir el proceso de revisión a la obra, es decir se dejó morir, lo que implica impunidad para las irregularidades que ahí se hayan suscitado en años anteriores.
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