El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, presentó su renuncia al presidente Andrés Manuel López Obrador reconociendo que faltó avanzar en el combate al homicidio doloso, el cual, calificó como una “herencia negra” de gobiernos corruptos que pusieron los cuerpos de seguridad al servicios de organizaciones criminales. En la carta que entregó al Presidente para dejar el cargo, Durazo dijo que, aunque deja el gabinete del gobierno federal, seguirá trabajando “en el mismo barco”, pues sólo renuncia a su puesto, pero no al proyecto político de la Cuarta Transformación, al que se sumó desde el 2006.
“Queda, sin embargo, mucho por hacer. De manera particular, falta por avanzar sensiblemente en el rezago histórico que representan los homicidios dolosos, esa herencia negra de sexenios de corrupción de políticos y funcionarios públicos que pusieron los cuerpos de seguridad al servicio de una u otra organización criminal”, escribió.
El todavía secretario mencionó que hace falta avanzar en el mejoramiento de las policías estatales y municipales, así como en el de las instancias de investigación, procuración y administración de justicia.
Además, calificó como un error responsabilizar exclusivamente a la policía de la seguridad pública, pues se trata de un sistema y no de una actividad. “La Historia, que es en su esencia insobornable, juzgará a su debido tiempo nuestro desempeño y habrá de ser sin duda generosa; no pasará en vano el cumplimiento de nuestra responsabilidad con tintes de apostolado. Al agradecer la honrosa oportunidad de ser parte de esta historia, me despido de Usted reiterándole lealtad, gratitud y un compromiso sin desviaciones con su causa y liderazgo”, señaló.
Al hacer un recuento de su paso por la secretaría, Durazo aseguró que a su llegada al cargo encontraron instituciones de seguridad insuficientes, corrompidas e impregnadas de vicios.
Remarcó que la guerra contra el narco desembocó en cientos de miles de vidas perdidas y personas desaparecidas “por citar con cierta cortesía los saldos más relevantes”.
“Nuestra responsabilidad inició en el peor escenario posible. No podíamos fingir que el problema era sencillo, ni limitarnos a administrar el caos heredado.
Lograr la paz pasaba por dotar al Estado mexicano de los instrumentos imprescindibles para combatir eficazmente la inseguridad pública”, afirmó. Durazo agradeció el apoyo y acompañamiento en el gabinete de seguridad del consejero jurídico, Julio Scherer, el canciller Marcelo Ebrard, y los titulares de Marina, Rafael Ojeda, y de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval.