Considerada entre las ONG´s más “políticamente incorrectas” en el mundo, Fuck for Forest presenta su primer documental para salvar la vida silvestre mezclando lo erótico con lo natural.
La organización sin fines de lucro Fuck for Forest podría convertirse en el “turning point” de las películas ambientalistas, si la propuesta del eco-porno, tiene éxito. Aunque de momento la película cuenta con el aval de su estreno en festivales de cine como Austin y Rótterdam, la crítica no se ha mostrado del todo complaciente con el trabajo de quienes apuestan a convertir lo erótico en una forma de lucha ambientalista.
Publicaciones de primera línea como The Guardian y Variety, consideran no obstante destacable la “frescura” y “honestidad” de los realizadores, que no andan con muchas vueltas a la hora de mostrar las cosas.
El ecoporno deviene una subcultura con mucho de los 70´
El reciclaje del idealismo sexual de la década de 1970, en activismo ecológico cuenta con el apoyo de activisas de primera línea como Annie Sprinkel, aunque también ha recibido críticas por la “masificación como producto” de la sexualidad y el proteccionismo.
Creada en Noruega en 2004, la organización acepta donaciones en su página web (http://www.fuckforforest.com/