Estados Unidos, país donde se dio origen a la carta de Derechos Humanos, también fue, en el siglo XXI, el creador de los Drones, y aunque ha sido condenado, por la mayor parte del planeta, debido al uso estos artefactos, con frecuencia en África, Asia, Oriente Medio y dentro del propio territorio estadounidense, bajo la justificación de búsqueda de ‘potenciales enemigos’, su principal objetivo es extenderlo sobre el planeta entero.
El Centro Delàs de Estudios por la Paz, de Justicia i Pau, ha pedido prohibir el uso militar del Drone, al considerar que “despierta fundadas alarmas morales. Con los drones, la guerra, la más terrible de las opciones políticas que un gobierno puede decidir, se convierte en algo trivial, en un juego de ordenador en el que las víctimas no son más que difusas imágenes en una pantalla, por la que no se genera empatía alguna de ellas, actos inhumanos que la humanidad no debe permitir”.
El Drone o Predador es el método principal que caracteriza al asesinato selectivo, el artefacto fue creado para volar a control remoto y hoy también forma parte de los arsenales militares de diversos países, incluyendo México. El ex contratista de la CIA LeftHande afirma “desde 2001 a la fecha existen poco más de 7.000 drones, que han sido empleados en Afganistán, Pakistán, Iran, Colombia, Israel, en Yemen, Libia y más recientemente en México, en la llamada ‘guerra contra el narcotráfico’, operaciones de contraterrorismo o en misiones de seguridad nacional, durante el sexenio de Felipe Calderón”.
Y agrega “fue 2010 el año en que Obama intensificó su participación en la guerra contra el narcotráfico en México, después de la firma de un acuerdo de ayuda (con una intervención de marines en bajo perfil), los drones han participado con mayor frecuencia, y aunque aún se cree que dichos aparatos solamente ‘vigilan’ y no atacan, limitándose a la frontera norte, desde esa fecha han penetrado a la mayor parte del territorio mexicano”.
En México quien se encarga de introducir los drones, es el Pentágono, con una primera intención de recoger información de inteligencia. Los también conocidos como Global Hawk, son los mismos que se utilizan para el espionaje en Afganistán, los cuales vuelan a más de 10.000 metros de altitud y que son invisibles desde tierra y que las ocasiones que han sido usados para matar (en aquella región de medio oriente), han exterminado comunidades enteras de más de 1500 habitantes.
“La información obtenida por dichos artefactos posibilita las misiones de ‘supuesta detención’, a cargo de las fuerzas de seguridad en México, que la mayor parte del tiempo incluyen Marines, quienes protegen su rostro, argumentando que lo hacen por seguridad a la hora de capturar a un delincuente, sin embargo, de mantenerse al descubierto sería evidente que son agentes americanos, disfrazados de militares o policía federal”, agrega LeftHande.
Y agrega “los asesinatos selectivos o extrajudiciales que iniciaron con Calderón, hoy se intensifican con Peña Nieto, quien tendrá mayor número de desaparecidos y ejecutados en su sexenio, que el anterior. Tlatlaya y Ayotzinapa han sido sobresalientes, pero no son casos aislados. En ambos el proceso falló y las consecuencias fueron el conocimiento de la sociedad sobre ambas masacres”.
“Felipe Calderón firmó el convenio de participación directa de Estados Unidos, en cuanto a espionaje, investigación y desapariciones extrajudiciales, prueba de ello, el país americano se muestra solicito en contraatacar el narcotráfico, pero no esclarecer las desapariciones forzadas y ejecuciones, porque ellos han sido quienes planean estrategias y entrenan militares mexicanos”, comenta el ex contratista.
Al mismo tiempo declara “Estados Unidos utiliza a México y a su sociedad como campo de entrenamiento, adiestramiento y de prueba para ataques terroristas, espionaje, desapariciones y otros métodos que incluyen estrategias para que el territorio mexicano se convierta en escudo humano ante un posible ataque de naciones contrarias al país americano”.
LeftHande puntualiza, “México, hoy es un Falso Positivo, desde 2011, intensificándose con la llegada de Peña Nieto al poder. En donde la mayor parte de las ejecuciones de civiles son perpetradas por el ejército, bajo la justificación de mantener nexos con el narcotráfico. Cuyo principal objetivo, es sembrar miedo y eliminar a líderes o grupos contestatarios al gobierno, pero también presentar resultados ante su aliado del norte, e intentar menguar el nerviosismo de la sociedad, ante la violencia desatada. Los gobiernos de México se han dejado manipular peor que Colombia, usado a los civiles como escudo, mientras las cúpulas del poder mantienen sus intereses particulares intactos, que no sólo incluyen poder y dinero”.
Argumentando “en México existe un manual, diseñado por altas esferas políticas y de seguridad de Estados Unidos, el cual analiza al ‘enemigo interno’, que se caracteriza por alzar la voz y atentar contra el orden establecido por el gobierno, pudiendo ser un sindicalista, un estudiante, un periodista cuyos reportajes mantienen fuentes de información urgentes de investigación, un activista social o ambientalista, un político que denuncie con frecuencia los actos del gobierno y tenga alto poder de convocatoria, o cualquier persona que cuestione las acciones del Estado. Generalmente se busca acallar a esas bases sociales que cuestionan el orden económico y político establecido”.
