Ir21 / Foto: @Suzanne Barbezat
Una investigación llevada a cabo por científicos mexicanos señala que el consumo de fructanos, presentes en el agave tequilero puede contrarrestar la osteoporosis.
El agave tequilana Weber posee compuestos que son capaces de mejorar la absorción del calcio y el magnesio, minerales fundamentales para la buena salud de los huesos. Así lo señala un estudio realizado por científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), unidad Irapuato.
Mercerdes López Pérez, doctora líder de la investigación expresó que “el consumo de los fructanos contenidos en el agave, en colaboración con una microbiota intestinal adecuada, promueve la formación de nueva masa ósea, aún con la presencia de osteoporosis”.
Para el estudio trabajaron en diversos experimentos con animales. Como parte del procedimiento retiraban los ovarios a los ratones hembras para producirles osteoporosis, y luego les administraban fructanos de agave. A las ocho semanas tomaron muestra de fémur de los animales para medir la absorción de minerales y evaluar la presencia de osteoclacina, proteína que indica la producción de hueso nuevo.
Como resultado informaron que “Se observó que los ratones que consumieron fructanos sintetizaron casi un 50 por ciento más de esa proteína, amén de que el diámetro de sus huesos fue mayor en comparación con los ejemplares a los cuales no se les suministraron los derivados del agave”.
López Pérez explicó el mecanismo de acción de las sustancias y dijo que los fructanos del agave llegan al intestino grueso intactos y al interaccionar con la microbiota que allí habita se convierten en ácidos grasos de cadena corta, que “atrapan a los minerales disponibles en el tracto y ayudan a transportarlos a través de las células”. Así aseguró “tenemos una segunda oportunidad de aprovechar los nutrientes que ya no estaban disponibles para el organismo. Sin embargo, es muy importante que las personas tengan un microbioma intestinal saludable, pues sólo así es posible que las bacterias fermenten los fructanos y los conviertan en ácidos grasos”.
Con los resultados de esta investigación se abre la posibilidad de desarrollar alternativas al tratamiento de la osteporosis, enfermedad que según las últimas estadísticas de la Fundación Internacional de la Osteoporosis, afecta a 200 millones de mujeres a nivel mundial y en hombres mayores de 50 años significa que una de cada cinco fracturas está relacionada a la enfermedad