Rodrigo Caballero/ @RodCaballero
Morelia, Michoacán. La segunda incursión de fuerzas federales en contra del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) podría ser el resultado de una política de guerra abierta y sin cuartel contra la organización liderada por Nemesio Oseguera Cervantes alias ‘El Mencho’.
De acuerdo con Raúl Benítez Namaut, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el gobierno mexicano podría estar intentando detener el avance del cártel antes que se propague como lo hicieron los Zetas en Michoacán.
«Parece que hay una orden de destruir el cártel [Jalisco Nueva Generación] con toda energía antes de que se consolide como pasó con Los Zetas» aseguró Benítez Namaut.
No por nada, hace apenas una semana, ‘El Mencho’ pasó a ser “el criminal más buscado del país” según reveló el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Sin embargo, más que impedir el crecimiento de la organización criminal, el ataque perpetuado en el municipio de Ecuandureo, Michoacán parece más una respuesta ante las dudas que generó el anterior operativo; en el que ocho soldados de élite murieron.
Retar al gobierno
El 1 de mayo la Policía Federal, el Ejército Mexicano y la Fuerza Aérea realizaron un operativo que tenía la finalidad de atrapar a Nemesio Oseguera. El despliegue mixto -por tierra y aire- se llevó a cabo en la ruta que lleva del poblado Casimiro Castillo a Villa Purificación en el Estado de Jalisco.
La operación fue planeada por el Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN), un grupo de élite del Ejército Mexicano que se vio ridiculizado tras la caída del helicóptero Cougar matrícula 1009 durante el combate.
Al frente de dicho operativo se encontraba el general de brigada, José Luis Sánchez León, recién llegado del Estado de México tras la ejecución sumaria efectuada por efectivos del 102 batallón de infantería en Tlatlaya, misma que también estuvo bajo su mando.
Tras el fracaso de la operación militar salieron a relucir las fallas en la estrategia usada durante el ataque, así como la capacidad de combate del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Consultado por el semanario Proceso, el académico Robert Bunker explicó que el derribo del Cougar perpetuado por “soldados de a pie”, al igual que las emboscadas, los bloqueos y los incendios a lo largo de Jalisco son un claro “reto directo a la autoridad federal”.
Una operación fallida, como ocurrió hace 24 días, demuestra “la creciente impunidad de los cárteles y su voluntad de ir i derrotar a las fuerzas armadas” declaró el investigador del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra de los Estados Unidos.
La caída del helicóptero generó tantos cuestionamientos que inclusive la Procuraduría General de la República (PGR) abrió una investigación para saber si hay ex-policías o ex-militares en las filas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Según publicó Gustavo Castillo García en el diario La Jornada.
En esta publicación, funcionarios del gabinete de seguridad nacional confirmaron que, en efecto, hay ex-soldados dentro del CJNG. Dicha situación explicaría su habilidad en el manejo de armas, como el lanzacohetes RPG, así como la premura del Gobierno Federal por acabar con esta organización delictiva.
En su entrevista con el periodista Jorge Carrasco, Robert Bunker concluyó “el alto perfil del ataque [en Jalisco] también hizo añicos el mito de la administración de Peña Nieto de que las guerras con los cárteles desaparecerán simplemente si son ignoradas en el discurso”.
Dispararon primero
Totalmente distinto fue el ataque de la Policía Federal dentro del rancho “El Sol” ubicado en el municipio de Ecuandureo, Michoacán. Apenas una baja frente a 42 “abatidos” del bando del CJNG.
Monte Alejandro Rubido, comisionado para la Seguridad Nacional, aseguró en conferencia de prensa que “gracias al entrenamiento y equipamiento de los elementos federales que participaron en las acciones no se registraron más bajas o heridos”.
Sin embargo, el desigual número de muertos, la localización del rancho y el supuesto “trabajo de inteligencia” generan controversia entre la población, sobre todo, tomando en cuenta que no han pasado ni siquiera seis meses de la matanza perpetrada por la Policía Federal en el centro de Apatzingán.
A pesar de ello, durante la rueda de prensa, el gabinete de seguridad aseguró que fueron los presuntos delincuentes quienes iniciaron el tiroteo.
En las fotografías captadas tras el supuesto enfrentamiento se puede ver a hombres armados y desarmados en el suelo así como policías federales deambulando entre los cuerpos sin respetar la preservación de la escena del crimen.
Inclusive, en Internet circularon dos imágenes que muestran al menos seis diferencias en las posturas de los cadáveres y la distribución de los objetos en un punto del rancho.
La operación encabezada por los mandos federales únicamente dejó satisfechos a los propios mandos federales que no tardaron en felicitarse los unos a los otros tras la muerte de 42 personas.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a través de su cuenta de Twitter declaró “reconozco la labor de los integrantes de las fuerzas federales que con valor y lealtad, participaron hoy en el operativo en Michoacán”.
Otro que se unió a las felicitaciones fue el comisionado general de la Policía Federal, Francisco Galindo Ceballos, quien inclusive calificó como “un éxito” el operativo. “Refrendamos nuestro compromiso de trabajar por seguridad de la ciudadanía” aseguró Ceballos a través de su cuenta de Twitter.
Pero no todo se les fue en congratularse, también se encargaron de “rendir homenaje” al único de los caídos que hubo en el bando federal, calificado como “un héroe al servicio de la patria” por Francisco Galindo.
Osorio Chong también usó su perfil para enviar condolencias al publicar “mi solidaridad con familiares y compañeros del integrante de @PoliciaFedMx que lamentablemente perdió la vida al cumplir con su deber”.
Ninguno de ellos retomó con el mismo ánimo lo ocurrido el primero de mayo en Jalisco, ni siquiera para rendir homenaje o “solidarizarse” con las familias de los ocho militares. Hombres que también murieron en cumplimiento de su deber sólo que en un operativo que no fue “un éxito”.
Ante la insípida explicación, las dudas rodean al operativo federal y algunos periodistas como Sanjuana Martínez y Epigmenio Ibarra han puesto el dedo en la llaga al asegurar que se trató de ejecuciones extrajudiciales.
En especial, si se toma en cuenta que esa zona está bajo la influencia del general José Luis Sánchez León, quien demostró en Tlatlaya que no le tiembla la mano cuando de asesinar a sospechosos se trata.