Záyin Dáleth Villavicencio / @ZayinDaleth3_0
Pese a las graves consecuencias climáticas, económicas y sociales que traería la devastación de lagos como los de Cuitzeo y Pátzcuaro, son aún “mínimos” los esfuerzos que se han hecho para detener su deterioro. En ambos casos, la contaminación es evidente y el impacto de la industrialización y el cambio climático ha causado serios estragos.
Aunque en los dos lagos existen componentes de deterioro, a decir del doctor en Ciencias Biológicas Alberto Gómez-Tagle Rojas, el lago de Cuitzeo es el caso más grave, ya que no sólo concentra cantidades más altas de contaminación, sino que, según sus estimaciones, de continuar como hasta ahora, podría desaparecer en los próximos 8 o 15 años.
En ambos casos, el impacto humano directo, es decir, el cambio de uso de suelo, la industrialización y la contaminación urbana, han tenido efecto en su deterioro. Sin embargo, los efectos del cambio climático como la elevación de las temperaturas agudizarán el problema.
“Según los estudios de cambio climático, [se estima] que tengamos una elevación de uno a 2.5 grados de temperatura en los próximos 20 años, lo que implica el secamiento de manantiales, ríos y ojos de agua”, advirtió el doctor Gómez-Tagle.
Con este panorama, el profesor-Investigador de tiempo completo adscrito al Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (INIRENA) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), calificó como deficientes las políticas públicas y programas impulsados para ambos lagos, “que han tenido muy poco efecto porque han decidido no atender las causas y más bien atienden los efectos”.
Alberto Gómez-Tagle Jr.
En vías de la extinción
El lago de Cuitzeo, que tiene un impacto directo en poco más de un millón 200 mil habitantes de más de ocho municipios, llegó a un nivel de 10 centímetros de espesor de febrero a mayo de este año, a lo largo de las 400 mil hectáreas de su cuenca.
No obstante, el grado de contaminación “es alarmante”, detalló Gómez-Tagle, toda vez que proviene del terreno industrial, así como del área urbana de sedimentos y el ramo agropecuario, mientras que también recibe un impacto negativo por el acelerado cambio de usos de suelo.
Se han detectado altos niveles de aluminio, arsénico y fósforo en municipios que lo rodean como Cuitzeo, Charo, Chucándiro, Huandacareo, Villa Madero, Queréndaro y Santa Ana Maya, entre otros. Además, “el 100 por ciento de la población tiene parasitosis en niños de cero a seis años y en adultos de los 55 a los 70 años, parasitosis de Giardia Lamblia, un organismo unicelular que causa ulceraciones en el intestino y lombrices intestinales”.
El doctor Gómez-Tagle Rojas también señaló la gravedad del problema del agua que se deja de percibir por la pérdida de los bosques debida al cambio de uso de suelo de bosque a sitios de siembra de aguacate y durazno, lo que causa un conflicto ambiental muy fuerte para la captación de agua.
Alberto Gómez-Tagle Jr.
Pátzcuaro se enfila a su deterioro
Por lo que tiene que ver con el lago de Pátzcuaro, que tiene una extensión de 96 mil hectáreas y un impacto directo en cerca de los 130 mil habitantes, las condiciones no son tan “alarmantes” como en el caso de Cuitzeo, aunque también se perfila a un grave deterioro ambiental.
Ahí, la contaminación es fundamentalmente urbana y proveniente de sedimentos de erosión y agropecuaria, así como orgánica, de fósforo, agroquímicos y desechos semi-industriales. Aunque esta área también presenta deforestación, el cambio de uso de suelos no ha sido tan acelerado.
Para este lago, a decir del investigador, hay muchas más posibilidades de rescate ya que sus condiciones le permitirán sobrevivir por más años. Sin embargo, subrayó que en el marco de “la intensa ganadería y del pastar del ganado se lastiman los suelos tanto que cuando viene la lluvia no le permite absorber toda esa agua”.
De manera que, en una evaluación general, el biólogo destacó que “el punto central de deterioro tiene que ver con que las poblaciones no han tenido un control en cuanto a la parte sanitaria, por lo que los drenajes desembocan en el lago. Sin duda, el impacto que han tenido sobre el ecosistema ha sido muy grave”.
En conclusión, el investigador que ha dedicado décadas de estudio a ambas cuencas, afirmó que la decisión de no hacer nada ante la devastación de estos dos lagos, se deriva de que “los políticos que tenemos son tremendamente ignorantes”, tanto como para hacer de lado algo que hoy los países desarrollados estiman de gran importancia: la estabilidad climática y humana.
A decir del investigador en Ciencias Biológicas, las políticas públicas no han surtido efecto por el sistema político arcaico que ha impedido una aplicación lineal desde el municipio hasta la federación.
Consideró que se ha invertido poco en nuestro país para mantener los lagos; toda vez que no existe la conciencia que tienen los países desarrollados de que invertir en la estabilidad climática y la preservación de los recursos será en los próximos años una inversión en la estabilidad económica.
Dr. Alberto Gómez-Tagle
El rescate es “el gran reto”
En febrero de este año, como parte del Plan Anual 2013 del Consejo Consultivo de la Cuenca del Lago de Pátzcuaro, se presentó un proyecto que reúne 8 de las 38 iniciativas que integran el Programa Piloto de la Agenda del Agua 20-30.
El plan de trabajo incluyó las iniciativas de saneamiento de agua residual, reforestación, medio ambiente y reintegración de la sociedad al Observatorio del Agua. Cinco meses después, nada se ha sabido de la aplicación de dicho programa.
Mientras que la falta de recursos económicos es una de las principales limitantes para encarar los problemas y hacer sustentable la cuenca del lago de Cuitzeo, Pedro Aguilar Aguilar, director estatal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), explicó que se requieren alrededor de mil 800 millones de pesos para hacer sustentable esta cuenca y lograr que sus problemas se comiencen a revertir.
Tras la presentación del estudio Estrategias para el Uso Sostenible del Agua, efectuado en septiembre del 2012 por el Centro del Agua para América Latina y el Caribe, reconoció la necesidad de invertir en esta cuenca.