Redacción / @Michoacan3_0
Morelia, Michoacán.- Tras la integración de la Fuerza Rural el pasado 10 de mayo, en los municipios donde existía presencia de los grupos de autodefensa, lo único que ha cambiado para algunos habitantes de la región de Tierra Caliente es que ahora “se uniformó a los criminales”.
En Tepalcatepec y Buenavista, los dos municipios donde el pasado 24 de febrero surgieron los grupos de autodefensa, “siguen cobrando cuota, vendiendo hielo, coca y mota…”, detalló para Michoacán TresPuntoCero, José Luis, padre de uno de los más de 200 autodefensas que continúan detenidos.
“Nos cobran cuota y el gobierno impuestos ¿a dónde nos quieren mandar?”, afirmó el ex autodefensa y ex escolta de José Manuel Mireles Valverde, quien además advirtió que ante el hartazgo de la gente y los familiares de los detenidos, en un mes más podrían volver a levantarse “con las mismas armas del gobierno”.
Y es que, según explicó los habitantes de Tierra Caliente, están “decepcionados” del actuar del comisionado Federal para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán Alfredo Castillo Cervantes, porque aplica la Ley de manera parcial.
Esto, tras señalar que mientras hay más de 200 autodefensas detenidos por violar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, otros, los grupos que se han coludido con el crimen organizado y que pertenecen a “Los Viagras”, continúan armados bajo el consentimiento de Castillo Cervantes y de la Fuerza Rural.
En ese contexto, acusó a Estanislao Beltrán, también conocido como “Papá Pitufo” de traicionar al movimiento de autodefensas “genuino” y ordenar la detención de Mireles Valverde y de decenas más de autodefensas de la región Costa, que estorbaban a la Fuerza Rural y a la estrategia del comisionado federal.
No obstante, las acusaciones del ex autodefensa, no son aisladas, el párroco de Apatzingán, Gregorio López conocido como el padre ‘Goyo’ denunció que las Fuerzas Rurales están llenas de criminales, “se roban la gasolina, las extorsiones y el cobro de cuotas continúan en todo Michoacán”.
En entrevista, el sacerdote condenó que el gobierno pretenda maquillar la realidad y presumir que todo está bien en el estado, “pero es una vil mentira, la tortilla y la carne tienen un costo más alto porque sigue el cobro de cuotas”.
El pacto de Castillo y “Los Viagras”
El pasado 9 de mayo, Alfredo Castillo informó que se realizaba una investigación en contra de José Manuel Mireles Valverde, ex vocero de Consejo General de las Autodefensas en Michoacán, a quien se le responsabiliza de la muerte de cinco personas en un tiroteo en Lázaro Cárdenas.
Horas antes, uno de los líderes de autodefensas, identificado como Alberto Gutiérrez o “El Comandante 5” informó la destitución de José Mireles de la Vocería oficial de las autodefensas y lo acusó de ser el responsable del homicidio de cinco personas en Caleta de Campos, municipio de Lázaro Cárdenas.
Al día siguiente -el 10 de mayo- Alfredo Castillo le tomó protesta a los primero 500 elementos de la Fuerza Rural de Tepalcatepec y Buenavista, que quedarían a la cabeza de Estanislao Beltrán y Luis Torres “El Americano”, sin la presencia ni el consentimiento de Mireles Valverde.
No obstante, en entrevista para el semanario Proceso, días antes de ser detenido en el poblado de La Mira, José Manuel Mireles, acusó al Gobierno Federal de tejer una estrategia en su contra de la mano de Estanislao Beltrán.
Así mismo, afirmó que “Papá Pitufo”, “tiene vínculos con la banda de Los Viagras”, una escisión de Los Caballeros Templarios, la organización con la que pactó el comisionado Alfredo Castillo Cervantes.
Y advirtió: “¿Quiénes son los que se reúnen con Castillo? Son Estanislao Beltrán, Papá Pitufo; Alberto Gutiérrez, El Cinco; Nicolás Sierra, de la banda de Los Viagras. Ellos son los que salen en las fotos; son los de un cártel que supuestamente se está formando, pero que ya tienen años”.
“Esos cabrones -continuó- se quitaron la camiseta que traían y se pusieron la de nosotros; y hasta coordinadores generales de las Autodefensas ya son, según ellos (…) ahora vamos a tener que defendernos de los supuestos autodefensas mandados por Castillo y Los Caballeros Templarios disfrazados de autodefensas”.
“Los Viagras”
Pero ¿quiénes son Los Viagras?, a decir de una investigación del diario Reforma, este grupo delictivo constituyen una escisión de Los Caballeros Templarios desde el 2011 comandada por los hermanos Sierra Santana.
La investigación apunta a que fuentes del gobierno federal, afirmaron que Los Viagras originarios de la localidad de Pinzándaro, municipio Huetamo es un clan de siete hermanos: Rodolfo, Nicolás, Valentín, Severino, Beatriz, Bernabé, Mariano y Carlos Sierra, este último apodado El Viagra, que se separó de la organización liderada por de Servando Gómez, “La Tuta”.
Los informes policiacos señalan que se trata de la primera escisión interna que registran Los Caballeros Templarios desde que en marzo de 2011, cuando anunciaron su aparición en una serie de narcomantas colgadas en varias ciudades michoacanas.
Los reportes judiciales sólo apuntan que Mariano Sierra Santana, fue acusado y procesado penalmente por el delito de violación en el Juzgado Segundo Penal de Apatzingán en 2009.
Los hermanos, habrían sido colaboradores cercanos de Jesús Méndez Vargas El Chango Méndez, el líder de La Familia Michoacana que fue detenido el 21 de junio de 2011, cuando sostenía una guerra con La Tuta, quien acusó a aquél de aliarse con Los Zetas.
Conflicto que dilapidó a La Familia Michoacana y dio origen al nacimiento de Los Caballeros Templarios. Tras la ruptura, los hermanos Sierra sólo permanecieron un par de años bajo el mando de La Tuta, sin embargo, a fines del año pasado se reagruparon en este nuevo clan.
Tras los ataques a instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad el 26 de octubre del 2013, los Templarios difundieron narcomantas en las que acusaron a Los Viagra de ser los responsables.
De ese tiempo a la fecha, a través de las redes sociales se han difundido videos en donde acusan a los hermanos Sierra de trabajar para las autodefensas, el Cártel de Jalisco Nueva Generación y ser protegidos de la Policía Federal.
