César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-Tal como lo vaticinó el padre Gregorio López, de Apatzingán, la ciudad Cuna de la Constitución se convirtió en un campo de guerra donde se ha derramado sangre por culpa de La Federación, que a través de Alfredo Castillo armó a un grupo delictivo.
El sacerdote advertía el día de ayer lunes que si no actuaba la Federación y ponía un alto a Los Viagra, que tenían tomadas al menos cinco instalaciones públicas, pronto pagaría las consecuencias de haber armado a los criminales.
El saldo hasta esta mañana es de entre 10 y 11 muertos, además se habla de infinidad de heridos que dejó un enfrentamiento armado que se originó desde la noche del lunes.
El cura de la diócesis de Apatzingán advertía que los hermanos Viagra habían tomado el control de una estación de radio, el Ayuntamiento, las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y las instalaciones de la Policía Federal.
Se trata del mismo grupo que Alfredo Castillo calificó como pacífico hace 20 días, después del enfrentamiento en La Ruana, cuando señaló que sólo se manifestaban por inconformidades sociales.
De ese grupo también calificó que sólo estaban armados con palos, pero que no portaban armas de fuego, cuando en realidad siempre estuvieron armados.
Según testigos de Apatzingán, en la madrugada se escucharon detonaciones de armas de grueso calibre, entre ellos lanza granadas, lo que indica que Los Viagra nunca se quedaron desarmados.