César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exhibió hace algunos días las irregularidades que existen en los reclusorios para mujeres que existen en la República mexicana, donde sobresalen las violaciones a normas nacionales e internacionales que salvaguardan los derechos humanos, según el análisis que realizó durante los meses de febrero y marzo de 2014.
La Comisión que revisó las condiciones de 77 de las 102 prisiones en el país que albergan a 11 mil 107 internas, señaló que las violaciones a los derechos de las presas fueron denunciadas en gran parte desde el 2013, sin embargo no fueron solucionados.
En el caso de Michoacán, casi la mitad de la población de internas que se encuentran recluidas en el área femenina del Centro de Readaptación Social (Cereso) David Franco Rodríguez, no tienen una condena, están detenidas sin que se hayan sido juzgadas, algunas llevan meses, otras cuentan años en la cárcel, aunque no se les haya fincado su responsabilidad.
La mayoría de las detenidas son acusadas por delitos graves como filicidios, homicidios, extorsiones o delitos contra la salud, por ello están catalogadas como delincuentes peligrosas.
Muchas de las que cometieron algún delito de extorsión, lo hicieron obedeciendo a su pareja sentimental, pero cuando son detenidas las dejan abandonadas, incluso hay algunas que aunque su esposo es también responsable, sólo ellas pagan una condena.
Hay otras internas que fueron detenidas en completo estado de ebriedad o bajo efectos de algún narcótico, la mayoría capturadas por corporaciones federales como la Policía Federal; son acusadas de narcomenudistas o por portación ilegal de armas de fuego.
Sobresalen los casos donde las detenciones las realizan elementos de la Policía Federal, son remitidas al penal, pero sus expedientes son enviados a tribunales de otros estados, lo que complica y encarece llevar una defensa jurídica.
Hace apenas un par de meses se dejó en libertad a seis madres de familia que estaban detenidas por haber robado mercancías para venderlas y llevar alimento a sus hijos, a ellas se les concedió una indulgencia porque no tenían para pagar su multa, que no excedía de los 25 mil pesos, situación por la que fueron obligadas a pagar con días de cárcel.
Más del 50 por ciento de las féminas que habitan en este Cereso, son menores de 40 años de edad, casi todas las que son madres, tienen hijos menores de diez años.
De las 140 recluidas en el área femenil, hay una docena que vive allí con un hijo, todos son infantes menores de cuatro años, algunos nacieron allí, cuando llegan a los cuatro años son retirados de las madres y entregados a algún familiar, si no existe nadie que los reclame, son entregados al sistema DIF.
Entre ellas se encuentran también féminas que eran víctimas de violencia familiar, y que en un instinto de sobrevivencia o por defender a sus hijos, ocasionaron la muerte de su conyugue.
De acuerdo a fuentes del mismo penal, hay un caso en particular de una interna de nombre Irene V. quien relató que fue golpeada desde el mismo día en que contrajo nupcias por su esposo, situación que aguantó por cuatro años.
“Ella es originaria de Apatzingán, su marido la golpeaba por cualquier cosa, pero tras cuatro años de martirio, una noche el marido llegó e intentó nuevamente golpearla, amagó incluso con asesinarla, pero ella fue la que terminó asestándole un tiro al marido”, detalló la fuente.
En el momento que llegó a prisión, el marido era familiar de funcionarios municipales de aquel municipio, y aparentemente estos pudieron haber intervenido para que no se le creyera que había actuado en defensa propia. Está condenada a permanecer 20 años en la prisión.