Aunque no con la premura requerida, muchas ciudades en el mundo están aplicando algunas estrategias que aceleren el cambio energético, para disminuir las emisiones de carbono a la atmósfera y para cambiar el paradigma colectivo hacia las energías más sustentables.
Entre esos experimentos que se están haciendo para disminuir, por ejemplo, la dependencia del automóvil, el gobierno francés inició un programa piloto para pagar indemnizaciones a al menos 308 empleados de 18 empresas para que asistieran por un tiempo determinado al trabajo en bicicleta.
En esta prueba se pagó 0.25 euros a los inscritos en el programa por cada kilómetro pedaleado. El resultado fue que cada uno de ellos aumentó los kilómetros promedio que suelen pedalear los trabajadores: de 3.5 a 5km diarios; es decir, el experimento ha detonado motivación para trasladarse por un segmento más amplio en bici.
El programa también resultó en que el uso de la bicicleta por parte de los empleados aumentó 50% con el pago de las indemnizaciones. También, al menos 1/3 de los nuevos ciclistas comenzó a emplear la bici para usos ajenos al trabajo.
Una nueva ley sobre transición energética que aún está en trámite en el parlamento francés incluye esta indemnización a quienes vayan al trabajo en bicicleta, lo que también tendrá repercusiones benéficas en el sistema de salud pública.