Durante el IV Informe de Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, el Partido de la Revolución Democrática defendió la “gobernabilidad” que existe en Michoacán “diametralmente opuesta a la de 2015” cuando el mandatario asumió su cargo.
El encargado de emitir el posicionamiento perredista fue el diputado Antonio Soto Sánchez quien tuvo que remitirse a lo que ocurría hace poco más de cuatro años en Michoacán para encontrar virtudes en la administración silvanista.
“El inicio de este gobierno no se podía haber dado en peores condiciones, pues a los problemas de gobernabilidad, seguridad y finanzas, se sumaban también carencias en materia de pobreza, desigualdad, salud, educación, bajo crecimiento económico y un alto desempleo entre otros. La mayoría consecuencia de profundos males estructúrales que hemos venido heredando durante décadas”.
Tal referencia permitió a Soto Sánchez asegurar que la gobernabilidad del estado es diametralmente opuesta a la de 2015, tanto que aseguró que “hoy los michoacanos percibimos la presencia y acción gubernamental en prácticamente todo el territorio”.
Incluso aseguró que en materia de seguridad los índices delictivos “se redujeron por abajo de la media nacional, antes Michoacán estaba en los primeros lugares en todo tipo de delitos”.
Tras un recuento de lo que considera logros de la actual administración, Soto Sánchez procedió a recordar las “glorias” perredistas y dar pie a señalamientos contra el Gobierno Federal.
“Es necesaria una convocatoria urgente por parte del nuevo gobierno a una gran convención nacional para terminar con el centralismo presupuestal, hacendario y fiscal, consustancial al viejo régimen, por uno más democrático, justo y equitativo para los tres órdenes de gobierno.
“La aspiración de todo gobierno debe ser el que su gente alcance la plena felicidad no con una dádiva gubernamental, si no con oportunidades de empleo digno, de ingresos suficientes, de educación, salud y vivienda de calidad, el poder vivir en un ambiente de paz y fraternidad, no en uno de carencias, miedo, ignorancia y sufrimiento constante. Si esto no ocurre en esta etapa, entonces no solo no estamos avanzando, si no que el retroceso posible nos podría llevar hacia etapas que ya pensábamos superadas”.
Y agregó: “no nos engañemos, el molde de la justicia social y de un México próspero y feliz, con crecimiento y desarrollo económico, no está en el pasado autoritario, no está en la economía centralizada ni en la imposición de un esquema absolutista, tampoco está en la subordinación de otros poderes, ni en el sometimiento de los demás niveles de gobierno, está en el de la unidad, el respeto, la tolerancia y el entendimiento”.