En México hay alimento suficiente para todos pero se desperdicia el 37%; uno de cada 4 mexicanos vive con carencia alimentaria

En la frontera sur de Chiapas existen poco más de 100 familias alimentándose de los desperdicios que encuentran en la basura según información de alcaldías de los municipios. Ello significa que “esa parte de la población ha pasado de vivir en pobreza alimentaria a pobreza extrema alimentaria”, según los estudios de organizaciones dedicadas a la creación de bancos de alimentos.

En México existen 150 municipios que son catalogados como los más pobres del país, donde más del 32% de la población vive en pobreza extrema con carencia de alimentación, ya que la cobertura promedio es de 41%. Por ejemplo, ocho municipios en Oaxaca tienen el cero por ciento de cobertura, aunque hasta una quinta parte de su población vive en pobreza extrema y alimentaria.

“En México hay alimento suficiente para todos y más. Sin embargo, se desperdicia el 37% del alimento que produce en el país cada año (aproximadamente 30 millones de kilogramos diarios), mientras 1 de cada 4 mexicanos vive con carencia alimentaria.

Lo que significa que en nuestro país se desperdicia más alimento del que necesitamos para que ningún mexicano tuviera hambre ni desnutrición: sobra más de lo que falta”, aclaran los Bancos de Alimentos de México. Quienes han externado su preocupación también por Tabasco y Guerrero, entidades que han sido “las más golpeadas”, por el hambre que deriva de la pobreza económica, resultado de la insuficiencia laboral.

Entre 2012 y 2014 la pobreza alimentaria, afectó a 132 mil mexicanos más, es decir, creció a 7.14 millones de personas afectadas, a quienes sus ingresos no les alcanzaron para una alimentación diaria, ni siquiera para dos productos de la canasta básica, sumando así otra carencia social, que es la falta de acceso a los alimentos.

Dichos resultados se dieron a conocer en 2015 por la organización ciudadana Frente a la Pobreza, quienes ya trabajan en su informe 2016, sobre los datos del año pasado. Por su parte el gobierno federal no ha dado a conocer información precisa que explique el crecimiento o decrecimiento de la problemática en la República Mexicana; recientemente, el Secretario de la SEDESOL, José Antonio Meade, aseveró “México sigue teniendo un reto importante en materia de pobreza alimentaria, lo cual es “inaceptable”, sin embargo no dio a conocer datos, planes o políticas públicas que estén siendo consideradas para combatir la problemática, lejos de programas sociales, que a decir por las cifras carecen en un alto porcentaje de funcionamiento, y han derivado en “graves” fallas, como lo da a conocer la Auditoria Superior de la Federal, con respecto a la Cruzada Contra el Hambre.

En su dictamen, la ASF, indica “las deficiencias en la implementación, focalización y coordinación de acciones en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre no permitieron verificar en qué proporción se garantizó el acceso a la alimentación y a los demás derechos sociales de los siete millones de personas en pobreza extrema alimentaria, lo cual no garantizó que se contribuyó en la erradicación de la prevalencia del número de personas en esa condición”.

Esta problemática tampoco ha dado pie para que el ejecutivo se pronuncie y dé una explicación sobre la pobreza alimentaria que se asegura “abate” al país. Un hecho, que especialistas han calificado de “paradójico”, puesto que “México tiene todo para obtener la autosuficiencia alimentaria: tierra, bosques, sol, planicies, 10 mil kilómetros de litoral, a su vez es el séptimo mercado alimenticio en el mundo pero el 18.3% con insuficientes alimentos que le nutran en sus hogares”, asegura el senador Isidro Pedroza, quien señala que se está por conseguir se dictamine una Ley de Derecho a la Alimentación adecuada que pueda votarse en el Senado luego que por la Cámara de Diputados superó el trámite sin problema alguno.

La cual consiste en ordenar el mercado de la producción, distribución y comercialización de los alimentos, y así impedir, que en el país exista una pérdida constante de los productos, que en su totalidad se contabiliza en 180 mil millones de pesos anualmente. Esto derivado que dichos comestibles se echan a perder por carencias y limitaciones de los sistemas de distribución y comercialización.

Asegura que espera “se consiga una aprobación del dictamen y posteriormente se pase al pleno porque no es posible que en México haya hambre mientras contamos con un potencial productivo que es la envidia de cientos de países en el mundo”. Agrega que la pobreza alimentaria, surge cuando existe carencia de seguridad alimentaria, “se refiere a que seamos capaces de contar con el 75% de los alimentos necesarios para la población aunque tengamos que comprarlos”; que su vez en consecuencia de “la soberanía alimentaria, que refiere a la capacidad de un gobierno de marcar las políticas públicas que garanticen autonomía en esas decisiones”.

En tanto, en el senado se discute el documento, estados como Tabasco también padecen la pobreza alimentaria. Sobre el tema, el sociólogo Rene Fernández, asegura que, “producto de la crisis económica y la poca eficiencia de los programas federales para abatir el hambre, la pobreza alimentaria en dos años creció de 33.4% a 45% de la población total de dicha entidad”.

Asimismo advierte que de acuerdo a las cifras del Coneval, en el 2012 habían 773 mil tabasqueños en esta condición; para el 2014 la cifra creció a un millón 62 mil 600 personas en pobreza alimentaria.

“Es una condición tal que la familia no tiene ni siquiera los componentes necesarios para la alimentación de sus hijos”, dijo Fernández a un medio local, quien agrega que de no hacerse “algo contundente” crecerá la cifra. A su vez se señala que aun cuando se habla de combate, los programas de gobierno para dichos fines, siguen en muchos casos, sin incluir municipios en “verdadera pobreza alimentaria”.

Dicha problemática tiene como principal consecuencia la desnutrición, otro problema que en México sigue siendo de los más “peligrosos” y que golpea mayormente a los menores de edad, según la Unicef. Y es que las oficinas de México, dieron a conocer en este año, que 7.25% de los niños que pertenecen al grupo de edad de 5 a 14 años padece la desnutrición crónica en las poblaciones urbanas del país, mientras que en las poblaciones rurales 14.5% de los infantes están desnutridos. Sin que se hayan dado a conocer políticas públicas de combate severo al hecho.

Los bancos de alimentos, creados por grupos de la sociedad civil, han reconocido que de controlar el desperdicio de alimentos, tanto la pobreza alimentaria, como la desnutrición, se podrían resarcir, puesto que se desechan cantidades de comestibles, que “eficazmente podrían alimentar a toda esa población”.

Sobre el tema la diputada Rocío Nahle, coordinadora de Morena, habla de la iniciativa para prevenir el desperdicio de alimentos, explicando que se pretende que las empresas con una superficie superior a los 300 metros cuadrados y cadenas comerciales que se dediquen a la venta de alimentos preparados donen lo que no vendieron y son susceptibles de ser consumidos.

Asimismo la iniciativa detalla la creación de la Comisión Nacional para Prevenir el Desperdicio de Alimentos, pues la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) reconoce que anualmente se desperdician 19 millones de toneladas de alimentos, lo que equivale al consumo de 27 millones de personas.

Son las frutas las que en su mayoría son desaprovechadas, al igual que las verduras, mientras los cereales representan 29% y los productos de origen animal, cárnicos, lácteos y pescado, 25%. Así Morena, tiene el objetivo de evitar que la comida se tire y mejor beneficie a millones de pobres sin alimentos que consumir.

12 marzo, 2016

Tags: Alimentación México, Carencia Alimentaria

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