Rodrigo Caballero / @RodCaballero
Los médicos del Hospital Infantil se la pasaron muy bien ésta navidad, ayer por la tarde, mientras evaluaban a un niño, se cooperaron para organizar el convivio. Al filo de las seis de la tarde, algunos padres de familia los vieron entrar al inmueble cargando “cartones de cerveza noche buena” y por la noche se fueron para dejar el hospital prácticamente solo.
Según narraron los propios padres, en el hospital “Eva Samano de López Mateos” se negaron a recibir pacientes por ser Navidad, otros testigos aseguraron que por la mañana del 25 de diciembre los internistas regresaron a dos niños con fracturas porque no había doctores para atenderlos.
-Nos dicen, ‘sí aquí está el cirujano’ y pasa otra enfermera que nos dice ‘ya le llamaron al doctor llega en media hora’, eso quiere decir que no están. Asegura una madre que duerme a las afueras del nosocomio.
En el jardín del Bosque Cuauhtémoc, por fuera del hospital, hay padres de familia que llevan hasta cuatro meses viviendo en casas de campaña o en improvisadas tiendas que adaptaron con materiales que les regalaron vecinos de la zona.
Reclamo generalizado
La situación no sólo la han expuesto los propios padres de los pequeños internados, también los vecinos y miembros de las asociaciones civiles que han solicitado la intervención del gobernador interino, Salvador Jara Guerrero.
“El otro día vino y cuando estuvo aquí atendieron a los pacientes rápido pero diariamente el servicio es muy malo” afirmó Juan Pablo Celis, un ciudadano que se ha dado cuenta de la problemática por vivir cerca del hospital Eva Samano.
Acorde con los parientes de niños internados, el director Saúl Castro Jaimes no cumple con su trabajo de manera adecuada. Un padre de familia señala que tras reclamarle, el director le dijo ‘que tenga buen día, yo ya no puedo hacer nada por usted’. El padre aseguró que desde ese suceso a su hija no la han atendido.
A pesar que han levantado la voz muchos otros padres de familia se niegan a hacer reclamos y los que lo hacen piden que omitamos sus nombres por miedo a represalias contra sus hijos. Inclusive algunos trabajadores del propio hospital aseguran que cada año y en días festivos tienen el mismo problema.
