De acuerdo a un estudio publicado por The National Institute of Health en Estados Unidos, tomar agua de la alberca puede afectar la salud, pero todo depende de la cantidad que se ingiera.
El agua de las albercas con tiene cierta cantidad de cloro para evitar bacterias y hongos, este es un fuerte químico que se utiliza comúnmente para limpiar correctamente y evitar adquirir enfermedades.
Las piscinas contienen altos grados de concentración de heces. Los seres humanos tienen alrededor de 15 gramos de materia fecal, por ello es importante la ducha antes y después de entrar a ella.
La orina es otro factor de riesgo al combinarse con el cloro, la forma del cloruro de cianógeno y tricloramina son compuestos que causan daño pulmonar, cardíaco y al sistema nervioso central, cabe destacar que 1 de cada 5 personas orinan en las albercas.
Por otra parte si los oxiuros, parásitos que pueden vivir en el colon y en el recto de una persona, llegan a tu organismo puedes tener graves problemas intestinales, estos son resistentes al cloro.
Las pseudomonas aeruginosas (dermatitis), es una enfermedad que se produce tras el contacto directo de la piel con agua contaminada. Son gérmenes presentes en medios húmedos, mientras que la Onicomicosis, afecta a los pies mediante la formación de hongos.
Todo va a depender de la cantidad de cloro que tenga la alberca y por ende del tamaño de ésta. Si las cantidades de agua son las correctas en realidad no afecta mucho la salud, a menos que seas una personas muy sensible del estómago, podía provocarte dolor o diarrea.