Al medio día de este viernes 6 de diciembre dos sujetos entraron a la casa de Emir Olivares, reportero de La Jornada, donde revisaron sus pertenencias, al ser confrontados al interior de la vivienda, le llamaron y le dijeron que alguien había pagado un millón de pesos para matarlo por realizar un trabajo de investigación de la UNAM.
Desde el 2017 Olivares forma parte del Programa de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, cuando fue amenazado por su trabajo “en el que tocaste gente de la UNAM”
En diversas ocasiones recibió mensajes a través de los que se amenazaba su integridad física, y este viernes fue la primera ocasión en que entran a su domicilio.
Presuntamente los agresores aprovecharon que el acceso principal estaba abierto por una mudanza que se llevaba a cabo, y luego de ingresar al inmueble, aparentemente considerando que no había nadie en el domicilio, abrieron la puerta con ganzúas y comenzaron a revisar las pertenencias del informador.
El reportero estaba terminando de bañarse cuando sorprendió a los agresores y tras encararlos huyeron.
Momentos después le llamaron a los números telefónicos tanto de su domicilio y celular, identificándolo por su nombre, y le dijo quién llamaba, que él y sus hombres habían sido contratados para dañarlo.
“A mi me pagaron un millón de pesos para matarlo, qué quiere que haga: o lo mato o usted me dobla la cantidad.
“En cuánto valora a su bonita familia“, dijo el hombre que llamó y le dijo que sabía dónde trabaja, qué asuntos publica, y por qué había sido amenazado en 2017.
Asimismo, le dieron otros datos personales confidenciales de su actividad y vida cotidiana.
Luego estuvieron llamando para exigirle una suma millonaria para no asesinarlo, incluso le ofrecieron trasladarlo para que entregara dinero en efectivo para no ser agredido.
Durante la llamada, testigos del telefonema, entre ellos dos escoltas que le son proporcionados por el mecanismo de protección a periodistas, escucharon quién le llamó y le dijo que le habían pagado un millón de pesos por asesinarlo, era por haberse metido con gente de la UNAM en uno de sus trabajos.