En la zona lacustre del lago de Pátzcuaro la tradición de la noche de muertos se realizó en medio de problemas de movilidad y cierre de panteones en algunas comunidades. La alarma sanitaria hizo que Janitzio y Cucuchucho cerraran para los visitantes y los demás pueblos tuvieran accesos controlados o solo temporales.
El turismo llegó en grandes cantidades y ocasionó problemas viales. Los panteones abiertos estuvieron llenos de visitantes que pudieron observar la colocación de ofrendas en las tumbas, así como su velación.
El cementerio de la isla de la Pacanda en el lago de Pátzcuaro se mantuvo abierto durante la noche de muertos, en este lugar las ofrendas nocturnas comienza tarde, desde las 21:00 horas comienzan a limpiar y a prender velas, así como a colocar los arcos de flores, frutas y adornos que llevan las tumbas de los que no tienen más de tres años de muerto.
Los visitantes se embarcan en Ucazanaztacua y en 15 minutos llegan a Pacanda. A la media noche, era complicado el viaje debido a la cantidad de personas que querían ingresar, largas filas de ida y regreso.
En la comunidad de Cucuchucho, el Panteón estuvo abierto solo para los habitantes del pueblo. El turismo no pudo entrar, sin embargo podrían observar desde afuera, la pandemia por Covid-19 fue la causante de esta decisión por parte de los pobladores.