Redacción / @Michoacan3_0
Morelia, Michoacán.-Como un político al “viejo estilo” del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ven los mexicanos al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, luego de los escasos resultados en la economía y la implementación de las reformas, señala un artículo del semanario inglés The Economist.
En el texto titulado ‘Mexico’s president turning on the charm’: ‘El presidente de México encendiendo el encanto’, indica que Peña Nieto es un político carismático, pero con un grave problema de popularidad, además de encarnar el anticuado espíritu priísta para dirigirse a las masas, que provoca que la ciudadanía no lo quiera.
Aclara que los mexicanos quieren escuchar que la economía en el país está mejorando, incluso por encima de los problemas de inseguridad que padece a causa del crimen organizado, “no creen en la promesa de que las reformas ayudarán a crecer más rápido que en otros sexenios”.
Así mismo, señala que los partidos de oposición como Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Democrático (PRD), así como el Pacto por México, fueron un factor importante para que la poca popularidad de Enrique Peña incrementara, así como la implementación de sus 11 reformas.
El artículo de The Economist ironiza sobre la frivolidad con la que Peña Nieto se desenvuelve en sus actos públicos: se toma selfies con las mujeres y trata de convencer a los campesinos de que la reforma energética bajará los precios de los fertilizantes. También satiriza sobre la forma en cómo promocionó sus reformas en televisión.
Compara el crecimiento económico durante su administración y el de los gobiernos panistas, el cual ha sido demasiado mediocre, señala; incluso el desempleo ha alcanzado niveles mayores a los de algunos meses de 2009, el peor año de la crisis económica internacional.
Asimismo analiza el “encanto” de su imagen: “Para los simpatizantes de Peña es más divertido verlo en camisa de manga corta que como él prefiere ser visto: con traje y corbata, con el cabello peinado hacia atrás, emanando toda la parafernalia presidencial”.
Con información de Proceso
