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La clave es esa, los contactos, la base de usuarios y ahí es donde arrasa WhatsApp. Ya hemos hablado de este tema en varias ocasiones, en realidad lo hacemos cada vez que aparece una nueva aplicación de este tipo.
La seguridad de nuestros datos es más importante que nunca, más ahora que nuestra forma de comunicación ha evolucionado y surgen nuevas vías. La mensajería instantánea vive su época dorada.
Tenemos decenas de aplicaciones en todas las plataformas que ofrecen un servicio similar: enviar mensajes de forma rápida y cómoda a nuestros contactos.
La clave es esa, los contactos, la base de usuarios y ahí es donde arrasa WhatsApp. Ya hemos hablado de este tema en varias ocasiones, en realidad lo hacemos cada vez que aparece una nueva aplicación de este tipo.
Telegram y WhatsApp, las dos que más dan que hablar. Una por ser la gran aspirante, que sigue mejorando con cada actualización y la otra por ser la más popular de la que se espera mucho más de lo que ofrece actualmente (como la futura versión web y la llegada de las llamadas).
Telegram, y sus usuarios, siempre han anunciado los 4 vientos la buena seguridad de la que disfruta su servicio, con cifrado punto a punto, verificación de la identidad del usuario y más. Sin embargo, hace unas semanas conocíamos que WhatsApp iba a introducir una gran mejora en su aplicación, el cifrado de mensajes de extremo a extremo (E2EE) que sería posible gracias a la colaboración con Open Whisper Systems.
Chema Alonso, conocido informático especializado en seguridad, ha analizado en su blog si Telegram es tan seguro como se dice, si mediante todas esas mejoras y cifrados, se evita que se pueda acceder a los datos y usar la información de los usuarios o, si por otra parte, una persona con intención, tiempo y conocimientos, puede acabar usando sus artes para espiar a alguien con Telegram.
El primer punto que ha tocado ha sido el de la función de autodestrucción de mensajes, un modo mediante el cuál podemos mandar mensajes con fecha de caducidad a través de Telegram. Sin embargo, con herramientas como Telegram Anti-Delete Protection Tool, es posible extraer esos mensajes, al igual que ocurre en servicios como WhatsApp o Skype.
Del mismo modo, el típico texto de “en línea” que utilizan las aplicaciones de mensajería para indicar cuándo un usuario está conectado, puede utilizarse para crear registros automáticos y así obtener información detallada de los horarios de una persona y sus patrones de uso de Telegram. En un caso concreto, cuando se tiene acceso físico al smartphone de esa persona y al ordenador en el que lo suele conectar, se podrían sacar todos los mensajes de la base de datos, sin necesidad de conocer datos de acceso.
Como vemos, no es oro todo lo que reluce. Sí, tanto Telegram como WhatsApp han hecho grandes avances en materia de seguridad, pero todavía queda un largo camino por recorrer hasta conseguir que nuestras conversaciones sean totalmente inaccesibles. ¿Hay aplicaciones de mensajería más seguras?.
Sí, ya hicimos una recopilación de todas las que cumplían los requisitos de la Electronic Frontier Foundation (EFF). Entre ellas, ChatSecure, Silent Phone, RedPhone o TextSecure. Ésta última es obra de Open Whisper, la misma empresa con la que está trabajando actualmente WhatsApp para mejorar su seguridad y aplicar sus protocolos de cifrado, por tanto, en los próximos meses podría haber una gran mejora en este sentido
