Opinión 3.0


Espejo ruso en Ucrania

David Pavón-Cuéllar

CNN, la BBC, DW, El País y los demás poderes mediáticos occidentales pretenden ser más confiables que RT, Sputnik y otros medios rusos, pero lo cierto es que han olvidado su función informativa y se han entregado a una obscena campaña de propaganda y desinformación que no tiene precedentes en las últimas décadas. Lo preocupante es que esta campaña, por más burda que sea, tenga tanto éxito en la mayor parte de la población de Europa y Estados Unidos. Millones de ciudadanos de Occidente están conmovidos y como hipnotizados ante noticias bastante sesgadas en las que vislumbran algo que ya conocen y disciernen demasiado bien, algo que los concierne y que saben perfectamente interpretar y entender, algo que recuerdan y en lo que de algún modo se recuerdan, algo en lo que sienten que se reconocen, como si lo fueran desde hace mucho tiempo, quizás desde el colonialismo español y portugués del siglo XVI hasta el Imperio Global del siglo XXI, pasando por las aventuras coloniales inglesas y francesas, las dos Guerras Mundiales, el imperialismo yanqui del siglo XX y la ocupación israelí de Palestina.

¿Qué han sido históricamente los europeos y estadounidenses para el resto del mundo? Han sido y siguen siendo lo que ahora mismo descubren en los rusos. Rusia es como un espejo en el que los occidentales contemplan con fascinación, pero también con terror, su odioso reflejo de infamia, injusticia, engaño, abuso, invasión, imperialismo, saqueo, brutalidad, crimen, violencia, muerte, destrucción.

George W. Bush destruyó masivamente Irak en 2003 bajo el pretexto engañoso de que ese país tenía un arsenal de armas de destrucción masiva que jamás apareció. Casi veinte años después, en 2022, Bush condena “la decisión de un hombre de lanzar una invasión totalmente injustificada y brutal en Irak…, quiero decir, en Ucrania”. Su lapsus no sólo delata que se está refiriendo a sí mismo al condenar ahora su reflejo en Vladimir Putin, sino que viene a confirmar que antes hablaba de algo característico del gobierno estadounidense al atribuirle ciertas armas a Saddam Hussein.

Los destructores son siempre los otros. ¿No es acaso por eso que hay que apresurarse a suprimirlos? Debe impedirse que demuestren que no son lo que reflejan.

¿Cómo no entender que se quiera eliminar a Putin, a Hussein y a los demás demonios en el espejo? Es verdad que lo reflejado por ellos no merece nada mejor. Sólo habría que saber qué es lo que se refleja.

El problema es que Europa y Estados Unidos no quieren saber nada. Prefieren arrojar a Ucrania contra el espejo. Antes que verse reflejados, mejor atacar el espejo para intentar quebrarlo, despedazarlo, aunque al hacerlo se ponga en peligro a un pueblo y quizás también a toda la humanidad.

Avril Haines, Directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, ha declarado ante una comisión del Senado que Putin podría utilizar armas nucleares “en caso de que sienta que está perdiendo la guerra”. ¿Pero no es precisamente para que Putin pierda la guerra que los gobiernos estadounidense y europeos están inundando Ucrania con armas cada vez más potentes? ¿No está claro que estos gobiernos están haciendo todo lo necesario para que Putin use armas nucleares?

¿Cómo es posible que los de Occidente corran el riesgo de aniquilarse y aniquilarlo todo tan sólo para que Rusia ya no les devuelva su propia imagen? ¿Qué será lo que habrá en esa imagen? ¿Será lo mismo que mantiene aterrados a los demás humanos desde hace quinientos años?

29 mayo, 2022
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