A lo largo de la historia el ser humano aprendió a cultivar las diferentes plantas vegetales para obtener sus alimentos, incluso generó los conocimientos necesarios para seleccionar y producir variantes de una misma especie con la finalidad de obtener alimentos más nutritivos, ejemplo de ello son los 59 tipos de maíz que encontramos en México. Este proceso se conoce como: domesticación de especies.
Nuestro país es uno de los principales Centros de Origen y domesticación de plantas cultivadas en el mundo. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) define a estos centros como regiones donde ocurrió el origen o la diferenciación de una especie o población particular.
En 1935 el agrónomo y genetista ruso Nikolai I. Vavilov identificó ocho Centros de Origen, entre los cuales destacan China por su cultivo de arroz y la región Indo-Malacia por su agricultura del plátano.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), al menos 118 plantas de importancia económica internacional fueron domesticadas en México, entre ellas: chile, calabaza, frijol, maíz y algodón. Asimismo, se estima que aproximadamente el 15% de todos los alimentos que se consumen en el planeta son de origen mexicano.
Existen evidencias arqueológicas y biológicas de la presencia del maíz en tierras mesoamericanas de más de 7,000 años. La domesticación de esta planta inició con la especie teocintle (Zea mays parviglumis) que era muy diferente al maíz que actualmente conocemos, ya que contenía el doble de fibra, pero de una espiga sólo se podían recuperar de 5 a 11 granos.
Hoy en día el maíz es uno de los ocho cereales más consumidos a nivel internacional junto con otras especies como son: trigo, cebada, avena, centeno, arroz, sorgo y mijo. Estos cereales aportan más del 50% de la proteína consumida por todos los habitantes del planeta.
A continuación te presentamos la lista de algunas plantas domesticadas en tierras mexicanas:
Alimentos:
Maíz (Zea mays), aguacate (Persea americana), frijol (Phaseolus vulgari), cacao (Theobroma cacao), calabaza (Cucurbita pepo), jitomate (Lycopersicon esculentum), jícama (Pachyrrhizus erosus) y tomate (Physalis ixocarpa).
Bebidas:
Maguey pulquero (Agave salmiana), maguer mezcalero (Agave potatorum), agave azul (Agave tequilana) y maguey espadín (Agave angustifolia).
Condimentos y estimulantes:
Vainilla (Vanilla planifolia), achiote (Bixa orellana), chile (Capsicum annuum) y tabaco (Nicotina rustica).
Fibras:
Algodón (Gossypium hirsutum) y henequén (Agave fourcroydes).
Gomas y ceras:
Chicozapote (Manilkara zapota) y candelilla (Euphorbia antisyphilitica).
Flores ornamentales y pigmentos:
Nochebuena (Euphurbia pulcherrima), cempasúchil (Tagetes erecta), dalia (Dahlia sp) y añil (Indigofera suffruticosa).
Conocer sobre el origen de nuestros alimentos nos acerca al cuidado de la naturaleza y a la conservación de los conocimientos heredados por los agricultores mexicanos.
Para más información visita: www.earthgonomic.org @Earthgonomic y /Earthgonomic