Bajo arbitrio propio y en la más completa opacidad, facultades y dependencias de la Universidad Michoacana ejercen a su antojo ingresos por cuotas estudiantiles, de seminarios, diplomados y otros cobros, conceptos que son ajenos o no ingresan de plano a las arcas centrales.
Esta situación, se genera por una falta de normatividad que ha provocado la “laxitud” en la estructura institucional, señaló esta mañana el contralor Rodrigo Tavera, quien al ser cuestionado sobre las facultades que desarrollan estas prácticas al margen mismo de la administración y al Tesorería Universitaria, manifestó que se integra actualmente un diagnóstico sobre la situación, mismo que se dará a conocer aproximadamente en dos meses.
El funcionario participó esta mañana en la rueda de prensa encabezada por el rector Raúl Cárdenas Navarro en torno al escenario financiero y administrativo en la UM a los cien días de haber asumido el cargo. Tanto Tavera como Silvia Hernández Capi, secretaria administrativa, afirmaron desconocer si hay criterios específicos que normen los montos de las cuotas que se aplican a los alumnos de nuevo ingreso o para inscribirse anualmente.
Según Tavera, son los consejos técnicos en cada plantel quienes tendrían la autoridad para fijar los montos, aspecto en el que reconoció que los mismos se salen del control de la Tesorería o los marcos administrativos.
En la Universidad Michoacana, dijo el contralor, se carece de un sistema interno de control, lo que genera actitudes que inscribió en esta “laxitud”; afirmó que se trabaja en su creación e implementación de manera que todos los ingresos propios por dependencia se encuentren regulados y controlados centralmente.
Cabe señalar que en el ámbito de la UM es conocida sobre todo la prevalencia de estas prácticas en facultades como la de Contabilidad y Ciencias Administrativas, la cual incluso ha generado una infraestructura diferente a la del resto de dependencias en Ciudad Universitaria, presuntamente gracias a los ingresos que genera por los varios cursos y diplomados que organiza anualmente, al igual que –de acuerdo a denuncias de mentores en una toma de instalaciones en marzo pasado-, las percepciones que genera para los docentes que participan en los mismos han sido objeto de conflictos internos.
