(1 de marzo, 2014).- Viudas, hijos y otros familiares de ex braceros, trabajadores que emigraron a Estados Unidos entre 1942 y 1964, exigieron al gobierno mexicano el pago de un fideicomiso multimillonario al que los trabajadores mexicanos migrantes aportaron durante más de veinte años y el cual se les ha negado.
En conferencia de prensa, representantes de las más de tres mil viudas, hijas e hijos de ex braceros exigieron a Peña Nieto el pago del dinero que el gobierno de Estados Unidos entregó al gobierno mexicano por concepto de un fondo de ahorro, calculado en varios miles de millones de dólares, fruto de las deducciones –del 10 por ciento de su sueldo– que se hicieron a los braceros durante su estancia laboral en Estados Unidos.
Porfirio Martínez González, abogado de las representantes de los braceros, aseguró que el pasado 18 de febrero el juez tercero de distrito, Rodrigo Mauricio Zerón de Quevedo, concedió un amparo y protección de la justicia federal a los familiares que llevan más de 15 años luchando por la entrega del fondo de ahorro.
En la sentencia de fondo del juez de distrito, se exige a Peña Nieto dar una contestación congruente y concreta a la petición de los familiares de 2 mil 559 ex braceros sobre el pago del 10 por ciento, en dólares, que les descontaron a los connacionales durante los años de trabajaron en Estados Unidos.
El abogado también precisó que de no dar respuesta, Peña Nieto estaría violando el artículo quinto constitucional por lo que se podría “acusar penalmente y exigir su destitución”.
Rosa Martha Zárate, representante de la organización de ex braceros, aseguró que el gobierno mexicano ha utilizado todos los mecanismos burocráticos y políticos para encubrir el fraude millonario que perpetró contra los más de 4.6 millones de ex trabajadores que participaron en el Programa Bracero en los años de 1942 a 1964.
“Los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) son los responsables y fueron quienes desaparecieron las cantidades de dinero que el gobierno norteamericano descontó a cada trabajador y en su momento transfirió a Banrural. El gobierno panista de Vicente Fox, de igual manera, pretendió evadir el pago del Fondo de Ahorro creando el Fideicomiso 2106 el cual otorga un apoyo social de 38 mil pesos; fideicomiso excluyente y discriminatorio, ya que exigía a los ex trabajadores y las familias de los fallecidos comprobar que habían participado en dicho programa Bracero, responsabilidad que corresponde al mismo gobierno”, señaló.
Zárate criticó al ex presidente Felipe Calderón por engañar al pueblo mexicano al asegurar que su gobierno había saldado la deuda histórica con los ex braceros, cuando ni saldó la deuda histórica, ni se abrieron las puertas para que el apoyo social llegara a los millones de ex trabajadores y sus familias.
Por último, informaron que con la llegada de Peña Nieto se cerró el apoyo social a más de 40 mil ex braceros y familiares ya acreditados para recibirlo.
Hasta el momento, Peña Nieto no ha respondido a la demanda. La ley le otorga 72 horas para responder, a partir del día 18 de febrero del 2014. En caso de no hacerlo, tiene 10 días laborales para interponer un recurso de amparo.
Los demandantes de organizaciones de ex braceros en el Distrito Federal y los estados de Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Aguascalientes, México, Hidalgo, Monterrey, así como de California, Nevada, Arizona y Washington en Estados Unidos, junto con los demás grupos que se están integrando a esta lucha, expresaron su determinación de dar batalla hasta que se les pague “de una vez por todas el dinero del fondo de ahorro, considerando no sólo la cantidad deducida del 10 por ciento, sino los créditos acumulados por todo el tiempo que ha transcurrido, pues éste es un patrimonio que debe regresar a quienes por derecho y justicia reclaman”.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos reclutó a más de 16 millones de sus jóvenes para el servicio militar. Debido al conflicto armado, el gobierno se encontró en la necesidad de reclutar mano de obra extranjera para los trabajos agrícolas y el mantenimiento de las vías ferroviarias en su territorio. Esta coyuntura propició en 1942 la firma de un pacto bilateral entre los gobiernos de México y los Estados Unidos, el “Programa Bracero”. De acuerdo con los registros federales se estima que más de 4.5 millones de trabajadores mexicanos participaron en este programa temporal que duró más de dos décadas.