Un software conocido como El Rastrillo, sostiene un esquema de fraude cibernético que ha permitido a estaciones de gasolina del país vender huachicol y engañar a Pemex, Profeco y al SAT.
La empresa Atio Group es la encargada del desarrollo del software de controles volumétricos Control Gas, instalado en un tercio de las 12 mil gasolineras del país y dos ex empleados dieron a conocer el esquema de fraude que ofrecen a quien quiera comprar la expansión ilícita del programa a tipo plug-in.
“Básicamente es un programa que se le añade a ControlGas para rasurar litros y cucharear las cifras que se reportan al gobierno”, dijo un ex empleado.
De acuerdo con Santiago Nieto, la Unidad de Inteligencia de la Secretaría de Hacienda ya tiene abiertas investigaciones contra 194 estaciones de servicio por alterar sus controles volumétricos y reportar ingresos y egreso que no cuadran.
La red de gasolineras en México, tiene la obligación de entregar al SAT los controles volumétricos y además cumplir una serie de reglamentaciones, como la verificación de controles a distancia NOM 185 CSFI 2012, que regula dichos sistemas.
Este sistema que regula las bombas, en teoría inviolable, muestra de forma precisa las cantidades de combustible que adquieren y venden a los usuarios. La información se envía diariamente a SAT y a Pemex, que dan el visto bueno para que la gasolinera se mantenga en funcionamiento, pues de no hacerlo implicaría un delito fiscal, previsto en el artículo 28 del Código Fiscal de la Federación.
Sin embargo, uno de los esquemas con los que se han alterado los controles volumétricos, es El Rastrillo.
“Es un parche al mismo software que genera la empresa y permite manipular la cantidad de litros que se vende y de la que se entera el gobierno”, dijo un ex empleado a Milenio, que pidió guardar el anonimato y quien ya ha sido amenazado de muerte.
El testimonio fue confirmado por otro ex trabajador de la compañía propiedad del empresario Pablo César Gualdi.
“Este software paralelo permite alterar los reportes que se envían a Pemex de compras, ventas, existencias, porque si rasuras o recortas los litros puedes vender robado”, dijo uno ex empleado, quien fue cesado de la empresa por negarse a comercializar el programa pirata.
En el programa puedes elegir si reportar 5, 10 o 15% menos de venta a Pemex y al SAT, lo que permite a la estación que lo usa vender el faltante con huachicol.
“Yo pude ver cómo se utilizaba el sistema en varias gasolineras”, confirmó otro trabajador, también amenazado de muerte.
Señaló que sus superiores le pidieron colaborar para promover el programa, que funciona como un parche adicional a Control Gas. Uno de los trabajadores laboró en atención a clientes y ahí fue se enteró de la existencia de El Rastrillo.
Aunque Milenio solicitó una entrevista a la empresa Aito Group, no recibió respuesta.
Por su parte la Onexpo, declaró que la organización no defenderá a gasolineras que hayan incurrido en algún acto ilegal.
“Que cada quien asuma su responsabilidad jurídica. Onexpo no defiende ni defenderá a quienes con dolo incurren en actos contrarios a la legalidad y apoya las decisiones del gobierno federal para combatir actos ilícitos”, destacó en un posicionamiento.