Poco a poco la ciencia se ha dedicado a investigar nuevas maneras de desarrollar fuentes energéticas sin abusar de los recursos de la naturaleza.
La Tierra, única entre todos los planetas del Sistema Solar, goza de una increíble biodiversidad que la ha caracterizado desde hace milenios. Su suelo, vegetación y fauna, cambiantes con el paso del tiempo, forman ecosistemas únicos que aún no terminan de descubrirse.
Desgraciadamente la Tierra es un planeta finito y, por lo tanto, sus recursos, limitados. Y a pesar de que el mundo no se está quedando sin recursos energéticos, se acumulan riesgos relacionados con la producción expansiva de petróleo y gas natural provenientes de fuentes naturales. Por ejemplo, la extinción de numerosas especies así como la erosión gradual de los suelos causados por la deforestación e industrialización masivas, la contaminación en exceso y el abuso de las fuentes naturales.
Por ello, poco a poco la ciencia se ha dedicado a investigar nuevas maneras de desarrollar fuentes energéticas sin abusar de los recursos de la naturaleza. En este caso, Zéphyr, proyecto energético puesto en marcha por Cédric Tomissi, Karen Assaraf y Julie Dautel, ha logrado fusionar los avances de la ingeniería solar y la creatividad infantil. Se trata de un generador de energía solar encima de un globo, el cual funciona con tan solo apretar un botón para inflarlo y proveer electricidad a más de 50 personas (incluyendo a un hospital).
Aunque actualmente se trata de un prototipo, este proyecto pretende convertirse en un mecanismo redituable a mitades de este año. Te compartimos un video de esta interesante declaración proambiental: