El gobierno de Enrique Peña Nieto es el único beneficiado con la caída de los precios de los combustibles, pues la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se queda con el 43 por ciento por cada litro que se vende.
La magna, que es la más vendida, cuesta 13.16 pesos por litro, 62.6 por ciento más que su equivalente en EU –la gasolina regular–, por la cual se paga 8.09 pesos el litro.
La SHCP se queda con casi la mitad de cada litro de combustibles que se venden en México a través del IEPS, el IVA y el impuesto por emisiones de carbono.
De acuerdo con la Ley de Ingresos, el IEPS dará por combustibles a Hacienda 209 mil 386 millones de pesos, lo que de acuerdo con Pablo González, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros, esto le permite apenas fincar sus deudas a Pemex por la nómina de sus trabajadores y el traslado de los combustibles desde el extranjero.