Organizaciones aglutinadas en el Comité de Defensa Popular del Valle de México cabildean con los distintos grupos parlamentarios representados en la Cámara de Diputados con el objetivo de que volteen a ver a la Ciudad de México y apliquen un Plan Emergente que lleve a la población más necesitada, una oferta viable sobre acceso a la vivienda popular, aunque carezcan de acceso a financiamiento a través del Infonavit o del Fovissste.
Judith Barrios Bautista, representante del comité declaró en entrevista con Revolución TRESPUNTOCERO que desde hace más de 15 años, la gente de escasos recursos no puede tener acceso a la vivienda en esta la ciudad denominada “de vanguardia”.
“Las políticas que ha implementado el gobierno federal son el aumento en el costo del predial y del suelo. Nosotros siempre hemos dicho que quienes vivimos en el Distrito Federal pagamos impuestos y la gente que viene de fuera a trabajar no lo hace, aunque obtiene beneficios. Necesitamos que la gente viva aquí y trabaje aquí”, señaló Barrios.
El programa que plantean y que buscan sea retomado por las distintas bancadas en San Lázaro, está enfocado a garantizar el acceso a vivienda digna a personas que habitan en zonas de alto riesgo, en barrancas, o en situación de calle, pero que al mismo tiempo cuentan con ingresos y necesitan de la estabilidad que un hogar propio puede proporcionales.
Aunque en un primer inicio las organizaciones del Comité de Defensa buscaron interlocución con todas las bancadas de la Cámara de Diputados, los primeros legisladores en escucharlos fueron los del Movimiento de regeneración Nacional (Morena); posteriormente se sumaron al diálogo diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), integrantes de la Comisión de Vivienda.
“Enarbolamos la necesidad de crear vivienda de interés social para la gente más pobre de la Ciudad de México, esa que no tiene acceso a Infonavit, Fovissste, gente que trabaja en la informalidad, pero que tienen necesidad de vivienda…En términos generales, hay un rezago en la Ciudad de México de más de 70 mil viviendas. El Instituto de Vivienda del Distrito Federal, que nació a partir de esta demanda, genera entre mil 200 y dos mil viviendas anuales, lo que es insuficiente”, detalló Barrios.
La representante de las organizaciones sociales explicó que buscan la asignación de al menos seis mil millones de pesos para la construcción de vivienda nueva en la ciudad; aunque saben que esta cifra será insuficiente para el porcentaje de demanda actual, pues según sus cálculos, se necesitan construir 20 mil viviendas anuales, como mínimo.
Sobre la viabilidad
Las organizaciones están convencidas de que todavía es viable la construcción de zonas habitacionales en la capital de la República, pues sostienen que en los años 70 hubo un boom en “habitabilidad” en el Distrito Federal; sin embargo, dos décadas después, empezó una política de migración hacia las orillas de la metrópolis.
“Aquí en la Ciudad de México hay inmuebles ociosos, a pesar de la redensificación de vivienda. Sí hay espacios y tan los hay, que muchas inmobiliarias privadas tienen el ojo en la ciudad, lo que pasa es que hay una política de expulsión”, sostuvo Barrios en la entrevista.
“El mismo jefe de gobierno planteó la posibilidad de desatorar la norma 26 para beneficio de los privados. Nosotros lo que queremos es que la gente que vive en el Distrito Federal, tenga acceso a esta vivienda. No estamos hablando de gente de fuera, sino de la que ya vive aquí”, destacó.
Recordó que gran parte de los trabajadores que realizan sus actividades en la capital -incluidos funcionarios públicos capitalinos y de la federación- viven en la periferia del Distrito Federal, y sus viviendas, ubicadas en algún lugar de la zona metropolitana, las ocupan prácticamente como “ciudades dormitorio”, lo que impacta negativamente en fenómenos como los altos índices de contaminación que frecuentemente afectan a la ciudad gobernada por Miguel Ángel Mancera.
“Desde 2004, el Instituto de Vivienda ya no financió el suelo y después vino la especulación. Eso hizo que una vivienda subiera su precio hasta mil veces por metro cuadrado y ¿qué pasó?, la gente cada vez tuvo menos acceso a la vivienda. Para un departamento de interés social, la gente tiene que dar, hoy, más de cien mil pesos, porque no hay acceso a la compra. El crédito debe ser integral”, explicó Barrios a Revolución TRESPUNTOCERO.
Diálogo, a medias…
Aunque en la mesa de diálogo los inconformes acordaron implementar mesas de trabajo –con calidad de urgentes, por la cercanía en la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2016- no hubo ningún compromiso formal de los legisladores; únicamente se comprometieron a recoger sus propuestas y a discutirlas al interior de sus respectivas comisiones de trabajo.
Aunado a la solicitud de recursos para la construcción de vivienda de verdadero interés social, “buscamos que haya un reforzamiento y mantenimiento del sistema de agua potable, sobre todo en la zona de la delegación Gustavo A. Madero porque hay incongruencias: por un lado se inunda pero no tiene agua potable. Necesitamos, de inicio, crear programas de mantenimiento y sustentabilidad a través del reciclamiento del agua, aprovechamiento de agua de lluvias y energía solar, no solo en el discurso, sino en los hechos”, dijo Barrios.